Este cuento que, según el autor, está dedicado "A los niños del mundo", fue diagramado en el Estudio Taína Almodóvar y E. Avanzini. El diseño de la cubierta y las ilustraciones, también fue realizado en el Estudio Taína Almodóvar y E. Avanzini. La corrección de estilo es de Olga Agustín y Carmen Rosa Estrada. Contiene cuarentaicuatro (44) páginas.
Debo resaltar que no contiene la Editora, ni el país de edición. Otro detalle a tener en cuenta, es que sus páginas no están numeradas y que estamos ante un "cuento para niños", con una extensión de 44 páginas.
Si partimos de la extensión, esa obra, aunque tiene sobresalientes ilustraciones para niños, su discurso, por la estructuración de los conceptos utilizados y su base semántica, no es una obra adecuada para niños, salvo que sea reestructurada y adecuada para niños de ocho a 10 años, aproximadamente, ya que, por ahora, se trata de una obra con textos para adolescentes de 10 a 12 años e ilustraciones que sí son para niños.
Los temas abordados por el sujeto-autor, son sobre la muerte, Dios, lo bueno, lo malo y el paraíso celestial. Son temas clásicos y universales; pero que debieron ser abordados desde un discurso narrativo más adecuado, para ser manejado o entendido, por nuestra niños. Veamos:
"Un niño acababa de morir. ¿Podría ocurrirle algo peor a una familia en víspera de Navidad".
"La Nochebuena de la familia Nilsson no sería como las anteriores. Apenas una hora antes había fallecido Theo, el menor de sus miembros".
"Salió de su cuerpo inerte y abandonó el Reino de los Vivos. Inocente por su doble condición de niño y de buen accionar, tenía pase directo al Reino de los Cielos, sin necesidad de juicio".
(Ver págs. 3/4, obra citada).
La situación aquí, no está dada por los temas tratados, sino por la forma en que esos temas son enfocados en esta obra. Además. Hay textos narrativos con más de quince (15) largas líneas de textos narrativos, tratándose de un libro de gran tamaño, en tapa dura, con un medida aproximada de 30×30.
Hay un uso de términos que resultan difíciles de ser entendidos por un niño de 8 a 10 de edad. Aunque se auxilie de un ficcionario. Veamos:
"Theo, ingrávido, flotaba hacia delante y, justo cuando San Pedro le abría las puertas del Reino de los Cielos, detuvo su andar. Con voz celestial, San Pedro le dijo:
-Adelante, Theo, eres bienvenido al Reino de los Cielos. El señor Dios está esperando por ti. Te va a gustar tu estancia aquí, ya lo verás!
Theo se quedó inmóvil".
(Ver pág. 6, obra citada).
El problema espiritual, lo relativo a "paraíso celestial", el "Reino de los Cielos", "el Limbo", lo del gordo "divertido y socarrón" entre otros conceptos, son expresiones que se constituyen en una retranca, para la comprensión y/o el entendimiento por parte de los niños, aunque encuentren quien les pueda leer en voz alta este cuento.
Como les decía más arriba, se trata de un cuento de 44 páginas de cuerpo, lo cual no es pertinente, tratándose de un libro para niños, porque no hay manera de que los niños puedan integrarse al texto, como totalidad, sino de una manera fragmentada, lo cual dificulta que también pueda integrarse al texto y que pueda disfrutar de sus posibles universos estéticos.
Esos detalles no limitan el poder imaginativo y de creatividad que hay en esa narración. Es una narración muy adecuada para ser teatralizada o dramatizada ante un público de niños y niñas y hasta de adultos.
Situar la enseñanza histórica, por encima de la recreación, es uno de los errores más frecuentes que cometen los escritores y escritoras para niños y niñas, más aún, si son maestros de los niveles de preescolar y primaria de nuestro sistema educativo nacional.
Lo estético, la ritmicidad del discurso y el imaginario, deben estar por encima de todos los fundamentos escriturales, al momento de escribir para niños y niñas. La enseñanza o la instrucción tiene su espacio y su momento, cuando se trata de escribir, dramatizar o recrear niños y niñas.
-En este caso, estamos ante una obra con ilustraciones a full-color, muy bien logradas, y que, en su diseño gráfico y visual, responden al mundo de la niñez.
Tienen un universo de colores llamativos, donde el morado, el rojo vivo, el verde y el rosado, combinados con cierta sincronía cromática, acogen la atención de los niños y las niñas, y, aunque es discurso narrativo del cuento no se corresponde, nos encontramos con la dicotomía de que las ilustraciones del cuento, responden a los gustos y preferencias de niños y niñas, por sus configuraciones llenas de luz, movimiento y colorido.
Le sugiero al sujeto, reinventarse otras narraciones derivadas de esta misma narración, pero tratando de corregir algunas de las observaciones ya tratadas.
Esta sugerencia, en ningún caso, debe ser ley de vida o muerte, es mi humilde observación, y, con la ideal de que le sirva para su crecimiento como creador, se las expongo, con toda sinceridad y por respeto, a mi condición, no de "crítico literario", sino de sujeto-transcrítico literario.
-Lo didáctico versus lo estético, es el gran dilema a deslindar, cuando se trata de estar frente a niños y niñas, con la finalidad de recrearlos, con el objetivo de entretenerlos y desarrollar su potencial estético, su amor por el arte y la lectura, como posibles espacios de conocimiento, imaginación y recreación.
-En esta obra, a pesar de las observaciones ya señaladas, se pone en franca evidencia, el poder imaginativo, creativo y lúdico del sujeto-autor, lo cual es un detalle esencial, para seguir avanzando en esta tiranía e histórica apuesta de escribir para niños y niñas, en un país, donde la formación y el cuidado de la niñez, es una aventura cotidiana.
Después de la lectura de esta obra, "Un viaje inmemorial, de Patricio León, creo con más ahínco que en nuestras academias y desde los ministerios de educación y cultura, hay que desarrollar cursos de adiestramiento de cómo escribir para niños y niñas, incluyendo a editores e ilustradores nacionales.
Esa es una gran misión patriótica que nos aguarda, por encima de la politiquería de farándula que hoy nos arropa en todos los rincones de la sociedad dominicana. Manos a la obra.
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