Soledad Álvarez ha construido una obra que atraviesa el tiempo con preguntas sobre la identidad, la memoria y el lenguaje. Desde la crítica hasta la poesía, su escritura no se conforma con describir, sino que interpela, sacude. En alguna ocasión dijo: “Ya sea algo malo o bueno, escribir le da sentido a todo”. Esta frase rondó mi mente el sábado 22 de marzo, cuando su nombre y sus versos nos reunieron en La Romana para rendirle homenaje.
Trasladarse desde Santo Domingo hasta allá fue, en sí mismo, una prueba de que la poesía sigue moviendo a las personas. No solo por la distancia recorrida, sino por lo que significó encontrarnos en ese espacio, dejando atrás la rutina para compartir algo que trasciende lo cotidiano.
El evento, organizado por Escalera de papel—con Jonás Sánchez, Ámbar Rodríguez y Víctor Andrés De Oleo al frente—, contó con el respaldo del Ministerio de Cultura, la Alcaldía de La Romana y Aldea Cultural Santa Rosa de Lima, dirigida por Jeanne Marie Giraldi. La música del Coro del Politécnico Hogar del Niño, dirigido por el maestro Jorge Bonilla, acompañó la jornada, creando un espacio donde la palabra encontró su ritmo.
Poetas con trayectorias distintas coincidimos allí: Ángela Suazo, María del Carmen Villafaña, Lery Laura Piña, Jennet Tineo, Alberto Garrido, Joel Julio García, Ronny Ramírez, Jhak Valcourt, José López Larache, José Mármol, Mateo Morrison y una servidora (Génesis Ramos). Para alguien que sigue explorando su propia voz, compartir escenario con escritores de tanto recorrido y con otros que, como yo, siguen escribiendo para entender el mundo, fue un aprendizaje y una forma de resistencia.
El arte de la palabra sigue encontrando su lugar gracias a quienes creen en su fuerza y la defienden con pasión. Este homenaje a Soledad Álvarez celebró su legado, reafirmó la necesidad de seguir escribiendo, leyendo y creando espacios donde la poesía continúe viva.
Felicidades a los organizadores por su entrega y compromiso, y a cada poeta que, con su voz, sigue sosteniendo este oficio que nos permite nombrar el mundo desde la belleza y la verdad. Que sigamos encontrándonos en la palabra.
Compartir esta nota