Llegamos al cuarto artículo de los cinco que vamos compartiendo con nuestros lectores de Kalunga, y por supuesto seguimos reiterando los agradecimientos por el apoyo y acogida de los mismos. Hoy compartimos otro juego que nos ha marcado a todos y todas en nuestras vidas, como lo es, el trúcamelo, también conocido como trucano o rayuela.

Ya habíamos establecido que es muy interesante el trabajo de investigación realizado por la folklorista Egna Garrido y para mí el más completo, con su obra: “Folklore Infantil de Santo Domingo” publicado por primera vez en el año 1955. Es un libro de consulta permanente en nuestras investigaciones, además de los textos que recomendamos leer y tener a quienes trabajamos en estas temáticas.

Los juegos folklóricos como constructores de identidad

Esta semana estuve leyendo sobre lo que plantean organismo como la UNESCO, con referencia a los juegos y los niños, niñas y adolescentes, uno de esos documentos publicado por este organismo internacional, se llama: “El niño y el juego, planteamientos teóricos y aplicaciones pedagógicas”, estableciendo: 

”Jugar es la razón de ser de la infancia, los juegos son una lectura de la identidad cultural de un pueblo y a través de ellos se puede tener una percepción de su presente y, sobre todo, de su pasado. Condicionado por los tipos de hábitat o de subsistencia, limitado o estimulado por las instituciones familiares, políticas y religiosas, funcionando el mismo como una verdadera institución, el juego infantil, con sus tradiciones y sus reglas, constituye un auténtico espejo social”. 

Este recurso formativo publicado por la UNESCO en Francia, cita también al historiador y filósofo holandés Johan Huizinga, que consideraba el juego como “el fundamento mismo de la cultura, en la medida en que es el único comportamiento irreductible al instinto elemental de la supervivencia”. Para Huizinga, también está vinculado al origen del arte. Por otro lado, el documento refiere,         que el sueco Yrjo Him, cree que jugar es el resultado final de un proceso de descomposición de las instituciones sociales, siendo su desaparición “la supervivencia degradada”. 

Carlos Castañeda, refiere: Aprende a ver y encontrarás entonces, que no hay límites para los nuevos mundos que se abren a nuestra visión”. Por eso sabemos, que el ser humano a través del juego vuelve a la infancia, a sus primeros años, desde sus formas y colores, su caos implícito, hace del recorrido del crecer y del habitar, como afirma (Balandier, G. 988).  Por esa razón es que los juegos folklóricos, son constructores de identidad y constituyen al estudio de las manifestaciones y prácticas en los espacios.

Volviendo al trúcamelo

El trúcamelo es lo que en español internacional se conoce con el nombre de rayuela, originario de los pueblos del Mediterráneo, información establecida por investigadores, que fue traído como otros juegos al continente americano por los españoles, asumiéndose este rápidamente o dándose un proceso criollización del mismo, como nos gusta a nosotros llamarle.

La obra, “Juegos criollos del luche, refiere: “Otros estudiosos creen que este juego está basado en el libro de Dante Aligheri, “La divina comedia”, de la Europa renacentista. En la obra de Dante, el personaje al salir del purgatorio, para llegar al paraíso, tiene que pasar por nueve mundos hasta alcanzar su objetivo. La clave está en que el personaje actúa como la ficha de un juego y tiene que saltar de casilla en casilla a la pata coja teniendo que empujar además una piedra que representa su alma. El recorrido que tiene que hacer el personaje va desde la Tierra hasta el Cielo (Urano), teniendo cuidado de no caer en el Infierno (Plutón). Además, la piedra no podría pararse encima de una línea en el camino de la tierra al cielo, ya que no hay descanso, frontera ni separaciones”.

Por otro lado, también se afirma que, en la época del Imperio Romano, los soldados ya jugaban al trucano, trúcamelo o rayuela como demostración de fuerza y rapidez, llegando a saltar portando objetos pesados. Este juego ha tenido tanta importancia en algunos países, que en el año 1948 la rayuela, como también se le llama, fue declarada por el presidente Gabriel González Videla como el "deporte nacional recreativo", lo que fue ratificado en 2014 por la presidenta Michelle Bachelet, bajo cuyo gobierno se promulgó la ley que decreta dicha condición, en tanto "símbolo cultural y patrimonial de la nación. Actualmente existen más de 50 asociaciones locales y 510 clubes federados, los que se reúnen cada 19 de julio a celebrar el Día de la Rayuela. Así lo establece la obra, "Juegos Criollos de Chile".

Sobre el juego y sus características

Egna Garrido en su obra citada anteriormente, en sus investigaciones sobre el juego, plantea: "Con tiza, carbón o con un palo se hace en el suelo una figura como la que presentamos más abajo. El número de niñas que puedan tomar parte del juego es ilimitado y cada una debe poseer una chata, que es una piedra en forma circular y plana, si falta la piedra se usa un tacón de goma o tejo. Para empezar el juego los participantes se colocan delante de las figuras y se cantean, es decir lanzan sus chatas a la línea correspondiente del juego. Este juego lo practican también los niños, pero es más popular en las niñas".

Fuente: Ramón Sandoval https://www.diariolibre.com/revista/2022/12/22/juegos-tradicionales.

El trúcamelo dominicano mantuvo algunas diferencias con el internacional. Los tejos en República Dominicana se conocen con el nombre de “chatas”. De preferencia la chata se elige de forma circular. El nombre a la chata dominicana le viene de la superficie y forma de este objeto plano, delgado. Esto así para permitir el fácil desplazamiento de la chata durante el juego (Guzmán, Roberto 2020).

Otros investigadores que han escrito sobre el juego, determinan, que, para jugarlo, se comienza dibujando en el suelo cajas (de distintos tamaños y colores) con números del 1 al 10, luego, con una piedra el niño debe situase detrás del primer número y deberá lanzarla; el cuadrado en el que caiga se denomina «casa» y no se puede pisar. El niño comienza a recorrer el circuito saltando con un pie en los cuadrados (o con los dos pies si se trata de un cuadrado doble). El objetivo es pasar la piedra de cuadrado en cuadrado hasta llegar al 10 y volver a la casilla de salida. Si el niño pierde el equilibrio o la piedra se sale del cuadrado, se pierde el turno y pasa al siguiente jugador. El juego puede concluir en el primer recorrido o pueden repetirse las vueltas, pero añadiéndose algunos elementos que lo hacen cada vez más difícil, como atravesar el diagrama con los ojos vendados o hacerlo de espaldas.

La obra juegos Criollos, que ya hemos mencionado, sobre la forma de jugar, refiere: "El juego comienza tirando una piedra pequeña («tejo») dentro de la casilla 1 sin que toque los bordes de la misma. A continuación, se recorren las casillas 2 y 3 a la pata coja sin pisar las rayas manteniendo el equilibrio hasta alcanzar la casilla doble de los números 4 y 5. Se sigue a la casilla 6 igualmente con una sola pierna y se vuelven a apoyar los 2 pies en las casillas 7 y 8. En el caso de que la rayuela no tenga casillas 9 y 10, ahora toca dar la vuelta de un salto siempre sin pisar las rayas y volver hasta la casilla de salida, la número 1 en la que recogeremos la piedra agachándonos con una sola pierna. Llegados a este punto, si el jugador no ha pisado raya, continúa jugando, pero en esta ocasión tirará la piedra en la casilla 2 y repite lo mismo, pero recogiendo el tejo lógicamente, en la casilla 2. Cuando al tirar la piedra no cayera en la casilla correspondiente o se tocará raya, entonces el turno corresponderá al siguiente jugador. En caso contrario, el jugador continúa tirando la piedra en la siguiente casilla, y así sucesivamente. La finalidad del juego es tirar la piedra en todas las casillas (dentro de ellas) y no tocar raya pasando por todas. El jugador que acabe antes es el que gana".

Este es uno de los juegos folklóricos más conocidos en el mundo, aún vigente todavía, es por eso que hemos encontrado en diferentes libros y páginas electrónicas nombres y formas de jugar diferente, algunos de esos nombres por países son: Amarelinha en Brasil; Rayuela en Costa Rica, Honduras, Ecuador, Nicaragua y Perú; Avión, Bebeleche, Mama leche, Changul, Changulillo en México; Luche, Tejo, Peña, Pisao, Cajón o Caracol en Chile; Mebe leche o Bebien tu loche en Venezuela; Descanso en Paraguay; Golosa o Tangara en Colombia; Peregrina en Puerto Rico y El Salvador; Mariola’, Reina Mora, Coxcojilla en Chile; Tuncuna en Bolivia; Tejo o Rayuela en Argentina y Uruguay; Peregrina o Avioncito en El Salvador; Peregrina, Trúcamelo o Trúcamelo, En dos en República Dominicana; Pisé, La Semana, Avioncito en Venezuela; El Pon en Cuba; Peregrina en Puerto Rico. En el caso de Cuba, hace poco en una visita a Santiago de Cuba, pudimos ver hasta concurso del juego con sus premios, dentro de un festival cultural que participamos.

La lista sigue con los nombres y sus variantes, como es: Le llaman Casita o ‘macaca en Portugal; Campana o mondo en Italia; Cielo e infierno (Himmel und Hölle) en Alemania; Dama en Bulgaria; Hopscotch en Estados Unidos; Class (en hebreo: קלאס) en Israel; Marelle o palet en Francia; Mplè en Costa de Marfil; Sharita (en árabe: شريطة) en Marruecos; Sotron en Rumanía; Klassiki (en ruso: классики): en Rusia; Tiàofángzi (跳房子, lit. saltar la casa) en China; Tangtamoki(땅따먹기) en Corea y Kenken no pa (けんけんのぱ) en Japón.

Para finalizar este artículo, comparto esta información que me resulta muy curiosa sobre el juego, leída en el libro: "Los Juegos Criollos Chilenos", del que hemos hechos varias citas en el desarrollo del escrito, en el que se plantea: "Se dice que la primera aparición de este juego se remonta a la época del Imperio Romano; se creía que era el camino entre la Tierra al Cielo pero que sólo se era capaz de llegar a él quien obtuviese los números correctos".

Nos volvemos a encontrar el próximo domingo con el articulo número cinco de los juegos folklóricos dominicanos.

Fuentes:

Garrido de Boggs, Egna. Folklore Infantil de Santo Domingo. Santo Domingo. 1955.

Balandier, G. El Desorden de la teoría del caos y las ciencias sociales. Barcelona 1988.

https://acento.com.do/opinion/trucamelo-8888387.html. Búsqueda 11-11-2023.

https://www.diariolibre.com/juegos-tradicionales/. Búsqueda 11-11-2023.

El niño y el juego, planteamientos teóricos y aplicaciones pedagógicas. UNESCO. 1980.

http://www.chile.com/a_la_chilena/juegos_tipicos/. Juegos criollos: El Luche.

https://juegostradicionales.net/rayuela/. Búsqueda 11-11-2023.