Hace unos días estuve de visita en Guatemala participando en un cónclave en torno a la cultura, titulado ERACULT, invitado por el Ministerio de Cultura y Deportes de Guatemala, la UNESCO y el CEEC-SICA. Se celebró en la Antigua Guatemala. Allí, delegados de Costa Rica, Panamá, Guatemala, El Salvador, Belice, México, República Dominicana y Honduras discutieron las propuestas que se presentarán durante el MUNDIACUL que se celebrará a finales de septiembre en Barcelona.
De entrada, sorprende Guatemala por su belleza, empezando por la Antigua Guatemala, ciudad colonial perfectamente cuidada y protegida como patrimonio material de la humanidad declarado por la UNESCO. En esta ciudad antigua llaman particularmente la atención sus calles empedradas, las antiquísimas construcciones con un encanto ligeramente decrépito, sus iglesias, bares y hoteles. En este territorio es obligatoria una parada en el Museo Nacional de Guatemala, que alberga magníficas colecciones de arte prehispánico, colonial, moderno y contemporáneo.
En lo referente al Ministerio de Cultura y Deportes es muy aleccionador el entusiasmo, la capacidad y el compromiso demostrados por su personal, empezando por la ministra, señora Liwy Grazioso, una mujer cercana, empática y jovial. Es enriquecedor escucharlos y observar los avances que han logrado en materia cultural.
Guatemala es un país diverso. Se hablan en su territorio unos veinte y cinco idiomas, los cuales están difundidos en distintas zonas de la nación.
De su diversidad cultural, es relevante señalar a la etnia Garífuna, con una interesante historia de sobrevivencia, luchas y resistencia. Precisamente, con un espectáculo de baile ejecutado por los Garífunas, Guatemala homenajeó a los participantes de ERACULT, lo que pone de manifiesto la relevancia que dan a las minorías.
La gastronomía de Guatemala es diversa, con fuertes influencias de la cultura Maya. De los tantos placeres que nos ofrece, particularmente me quedo con un postre llamado Mole, que difiere del mole mexicano, que es un plato salado, mientras que el guatemalteco está hecho con plátanos maduros y una crema de cacao y varios ingredientes más. Por ser un seguidor del fútbol y ver canales centroamericanos, ya había oído hablar de la cerveza Gallo, del pollo Campero, el mejor pollo frito que he probado, del ron Zapaca y del Botram. Reliquias todos.
Este país es rico en artesanías, y tiene en la ciudad de Guatemala un mercado repleto de todas esas piezas tejidas a mano que diferencian a la buena artesanía de las hechas en cadena.
En Guatemala está tal vez la librería más grande de la región y en cualquier esquina usted se encuentra con una librería, un privilegio que en muchos países latinoamericanos se está perdiendo de manera acelerada.
En este país bonito y con mucho encanto cultural la gente es amable y educada. Y al llegar a él te sorprende porque de nuestros países, en muchas ocasiones, solo se habla de la violencia, la corrupción política y la pobreza, y Guatemala es mucho más que eso.
Si no conoce Guatemala, le sugiero que no lo piense dos veces y vaya, quedará gratamente sorprendido con todo lo que nos ofrece el hermano país centroamericano.
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