Las hermanas Betances ,las emprendedoras del libro más jóvenes participantes en la Feria del Libro 2025

La XXVII Feria Internacional del Libro Santo Domingo 2025 llegó a su fin tras superar un inicio marcado por lluvias intensas que afectaron las primeras jornadas. Con el paso de los días, el evento recuperó su ritmo y culminó con balance positivo, combinando logros notables y desafíos por mejorar.

La ceremonia de clausura se celebró en el Auditorio Juan Bosch de la Biblioteca Nacional Pedro Henríquez Ureña, un espacio de 402 asientos, acogedor y sobrio, en contraste con el lujo solemne de la Sala Carlos Piantini, escenario habitual de los actos inaugurales. El cierre fue un encuentro sencillo y cordial, transmitido en directo por RTVD, canal oficial de la Feria, para todo el país y el exterior.

Feria del Libro 2025 concluye con 715 mil visitantes y ventas por 71 millones de pesos, según Milcul

En el acto intervinieron el ministro de Cultura, Roberto Ángel Salcedo, y el director general de Ferias del Libro, Joan Ferrer, quienes coincidieron en destacar la masiva participación del público y el impacto cultural del evento.

Salcedo agradeció a los equipos de trabajo el haber dedicado su tiempo para lograr el éxito que considera se ha alcanzado y destacó que la agenda del Ministerio sigue el 19 de este mes con el Festival Internacional de Teatro.

Lector procurando libros en XXVII FEria del Libro 2025

Ferrer informó que la Feria registró una asistencia de 731 mil personas, entre escolares, familias y lectores individuales, y reportó ventas por 71 millones 100 mil pesos, además de un activo intercambio de libros propiciado por el Ministerio de Cultura, libreros y editores nacionales.

La organización proclamó el éxito de esta edición y reafirmó su compromiso de seguir perfeccionando la Feria, considerada el principal evento cultural de la República Dominicana.

Pabellón de Frank Moya Pons en la Biblioteca Nacional, montado por Ilonka Nacidt Perdomo.

15 logros

  1. Impulso a la lectura infantil. La Feria ofreció una de sus más sólidas muestras de apoyo a la literatura infantil, con una zona dedicada exclusivamente a los pequeños lectores. Incluyó actividades lúdicas, la exposición de Taina Almodóvar y un área de ventas que atrajo a numerosos editores especializados.
  2. Homenaje a Frank Moya Pons.La dedicatoria al historiador Frank Moya Pons fue un acto de justicia cultural. Se editaron cinco de sus obras y un Perfil Académico de alta calidad textual y diseño. El Pabellón Moya Pons, instalado en la Biblioteca Nacional Pedro Henríquez Ureña bajo la curaduría de Ilonka Nacidit Perdomo, rindió tributo a su pasión por narrar la historia desde una perspectiva social e inclusiva.
  3. Serie televisiva histórica “Trinitarios”. La Feria sirvió de escenario para el lanzamiento de la serie Trinitarios, dirigida por Luis y producida por RTVD bajo la idea original de Iván Ruiz. La producción emplea avanzada tecnología de captura de movimiento y asesoría historiográfica de alto nivel académico.
  4. III FIL Colección. Bajo el título Genealogía intelectual de las maestras normalistas del Instituto de Señoritas Salomé Ureña, este proyecto de FUNDAVER, coordinado por Verónica Sención e Ilonka Nacidit Perdomo, ofreció un valioso aporte a la historia de la educación femenina en el país.
  5. El Pabellón del Cómic.  Un escándalo nueva vez. Uno de los espacios más concurridos, especialmente por jóvenes, que incluyó paneles, caricaturas, lanzamientos y la propuesta de crear el Premio Nacional del Cómic y la Caricatura y un Pabellón Permanente del Cómic Dominicano.130 mil visitantes, según Joan Ferrer, director de la Feria.
  6. Homenajes póstumos. La Feria rindió tributo a René Fortunato y Bernarda Jiménez Clemente. En la Cinemateca Dominicana y la Sala Ravelo se destacó la contribución de Fortunato al cine histórico y se recordó a Jiménez Clemente, autora de Lucrecia Pérez, símbolo de la migración dominicana y la justicia social. A los parientes de la autora fenecida, la la Feria del Libro le entregaron una placa de cristal óptico, aportada por Logomarca.
  7. La Red de Ferias del Libro. La participación de delegaciones de México, Colombia, Argentina, Nicaragua y España fortaleció los lazos internacionales y abrió puertas a la presencia dominicana en ferias literarias de Iberoamérica.
  8. Los libros de la Editora Nacional. El catálogo incluyó títulos de relevancia como La otra historia dominicana, Otras miradas a la historia dominicana, Historia dominicana para todos y todas (Moya Pons), Pedro Henríquez Ureña: una conversación que no termina (Soledad Álvarez), El personero (Efraím Castillo) y Sobre cultura dominicana y otras culturas (Marcio Veloz Maggiolo), consolidando una línea editorial de calidad y diversidad.
  9. Conferencias literarias sobre la lectura. Destacaron las conferencias magistrales de Ángela Hernández, Los libros de mi vida, y Gustavo Olivo Peña, ¿Para qué sirve la literatura?, ambas reflexiones sobre la lectura como herramienta de conciencia. El Centro Cultural Banreservas brilló con su concurso de cuento joven y paneles dedicados a las revistas culturales, entre ellas Reservas, su publicación semestral.
  10. Éxito de ventas e intercambios

Pese a un inicio afectado por la lluvia, las ventas de libros —en especial los de bajo costo— se incrementaron de forma sostenida. Librerías como Editorial Alas, Asodolibro y Editorial del Sol destacaron por sus dinámicas de intercambio.

  1. Los libros más vendidos. Entre los internacionales, sobresalieron El perfume del Rey (Karine Bernal Lobo, 697 ejemplares) y Boss (Eva Muñoz, 675), ambas autoras colombianas que promovieron personalmente sus obras, dando un ejemplo de militancia en la promoción editorial. En el ámbito local, destacaron Cuentos escritos en el exilio (Juan Bosch), Diccionario de gentilicios dominicanos (Rafael Peralta Romero), Greb (Guillermo Molina Mueses), Desde un costado de la desmemoria (Gustavo Olivo) y Memoria y legado de José Rafael Lantigua (Basilio Belliard). La novela El imposible perdón de Carmen Imbert, cobró inusitado impulso de ventas. Un libro único por su tema fue Lo que no ves cuando abordas, de la asistente de vuelo dominicana Esther P. Garxía, un revelador contenido de la cantidad de roles de las azafatas cuando se viaja.
  2. Nuevos emprendimientos editoriales. Resaltaron las hermanas Betancourt con Four Bees Books for Kids, Víctor Vidal con Libros Entregados en Casa y el colectivo Sociedad de Autores, con Sonrisas para toda la vida de Bellamire Alevante Taveras.
  3. Ceremonia inaugural y de clausura. La de apertura, celebrada en el Teatro Nacional, se distinguió por su sobriedad y emotividad, con discursos que coincidieron en la urgencia de fomentar la lectura y fortalecer las bibliotecas públicas. La de cierre, en el auditórium Juan Bosch, fue cargada de información y las exposiciones de Ferrer y el ministro de Cultura. Buen cierre.
  4. Labor del equipo organizador. Bajo la dirección de Joan Ferrer y Aquiles Julián, guiados por el viceministro Pastor de Moya y el ministro Roberto Ángel Salcedo, el montaje se realizó con eficiencia y profesionalismo. El programa Bono Libro fue uno de los más exitosos, facilitando la adquisición gratuita de títulos por parte del público.
  5. Cartelera de la Cinemateca Dominicana. Incluyó títulos icónicos como La Trinchera del Honor, El poder del jefe, Bosch: presidente en la frontera imperial, Patricia: el regreso del sueño y Muñeca de trapo, además del documental Isla de dos repúblicas de Héctor Luis Montás, inspirado en textos de Moya Pons.

Cinco fallos

La senalización de la Feria del Libro 2025
  1. Señalética deficiente. Los letreros de orientación fueron pequeños y poco visibles, lo que generó confusión entre los visitantes y desinformación sobre las actividades.
  2. Ausencia del Nobel Le Clézio. La no asistencia del Premio Nobel Jean-Marie Gustave Le Clézio, previamente anunciado, dejó un vacío notable en la programación.
  3. Problemas climáticos. Las lluvias obligaron a suspender actividades. Es urgente definir estrategias que mitiguen estos efectos, evitando coincidir con la temporada ciclónica o con fechas académicamente complejas.
  4. Auditorios pequeños. Algunos pabellones, como los de Autores y Cómic, resultaron insuficientes para la cantidad de público. Se recomienda usar auditorios mayores con horarios alternos.
  5. Cobros a libreros y editores. Aunque es una práctica internacional, en el contexto local debería reconsiderarse. Cobrar a quienes aportan el alma de la Feria —los libros y sus promotores— es, como diría un poeta, “pedirle a la bailarina que pague por bailar”.

José Rafael Sosa

Periodista

Escritor, periodista y animador cultural. Nació en Puerto Plata en 1950. Tiene una amplia trayectoria en el periodismo cultural dominicano. Se ha caracterizado por cultivar géneros que le faciliten una comunicación efectiva con sus lectores, como el cómic y el origami. Es el principal escritor de literatura de crecimiento personal en República Dominicana.

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