La obra de Fiódor Dostoyevski es una de las más excepcionales que ha fraguado la humanidad. Se trata de una obra profunda, poderosa y original como pocas. Y su favoritismo entre los lectores de las últimas décadas no ha hecho más que aumentar día a día. Su obra no sólo hace acto de presencia en los ámbitos culturales más selectos, sino que inclusive en fenómenos de carácter banal —como las redes sociales, por ejemplo— Dostoyevski se destaca como uno de los escritores más citados y mencionados por los usuarios. En idioma español, por ejemplo, son numerosísimos los miembros de grupos y de páginas virtuales que giran en torno a su nombre: son mayormente lectores argentinos, chilenos, españoles, dominicanos, cubanos, peruanos, colombianos, mexicanos y uruguayos. También está, desde luego, la membresía de otros lectores de habla hispana que son auténticos devotos del eximio escritor ruso.
He notado que no pocos usuarios de las redes sociales suelen llamar a Dostoyevski haciendo uso de un hipocorístico, es decir, cariñosamente lo llaman Dosto, en lo cual no veo nada de malo, pues este hipocorístico refleja el trato de cariño y familiaridad que a su nombre le confieren los numerosos lectores que, por ejemplo, lo invocan en Instagram y Facebook. Pero existe un gran problema sobre Dosto en las redes sociales. ¿Cuál es ese gran problema? Es el de las citas y frases que a menudo son utilizadas en los grupos y páginas virtuales que versan sobre el autor. Pero, ¿no es provechoso para la cultura que se citen y se mencionen una y otra vez frases de los libros de Dosto? Por supuesto que es beneficioso, muy beneficioso. Pero, ¿cuál es precisamente el problema? Tiene que ver con la atribución a Dostoyevski de frases que no corresponden a él. ¿Son apócrifas? No son frases apócrifas, puesto que corresponden a libros de su autoría. Pero, ¿qué es lo que hay de erróneo entonces? Es la confusión de roles, o mejor dicho, el problema de diferenciación entre autor y personaje.
Resulta, pues, que Dostoyevski es tenido por muchos usuarios de las redes sociales como el responsable de lo que dicen los personajes de sus novelas y cuentos. Es como si creyesen que él es uno de sus propios personajes literarios o que es todos sus personajes. De ahí que frases que fueron expresadas por destacados personajes de sus narraciones son publicadas cual si, literalmente, fuesen dichas por Dostoyevski. Por ejemplo, las ideas que en Crimen y Castigo expresan Raskólnikov, Porfiri Petróvich y Svidrigáilov son citadas cual si las dijese el propio autor. Lo mismo sucede con lo que dicen Stavroguin y Kirilov en Los demonios; o Iván Karamázov, Aliosha, Zósimo y otros personajes de Los hermanos Karamázov; o Myshkin, Ippolit, Keller, Lébedev y otros personajes de El idiota; o Vania, Nikolái Serguéich, el príncipe Valkovski y Natasha en Humillados y ofendidos; o Arcadio y Versilov en El adolescente; o el narrador omnisciente de El eterno marido; o el narrador en primera persona de Memorias del subsuelo; o lo que dicen otros personajes en otras ficciones del autor.
Mencionar las ideas de un personaje de Dostoyevski cual si se tratase de ideas de un ensayo del autor —o colocar su nombre en una frase expresada por uno de sus personajes, en lugar de colocar el nombre de ese personaje— es no sólo erróneo, sino que, además, sería como crear un falso Dostoyevski, un Dostoyevski impostado, apócrifo. Existe, sin embargo, una excepción, y es cuando se hace mención de frases extraídas del Diario de un escritor, pues en este caso sí es válido citar a Dostoyevski como autor o como la persona que ha dicho tal o cual frase extraída de este libro, puesto que no se trata de un libro de ficción, aunque se incluyen algunos cuentos, sino de un conjunto de ensayos, artículos periodísticos y prólogos de la autoría de Dostoyevski. También es acertado hacerlo cuando atañe a una frase extraída de su obra de correspondencia, hoy ya recogida en libros, por tratarse de cartas y no de obras de ficción. Pero, curiosamente, en las redes sociales no abundan las frases extraídas de estos libros.
Literalmente, nunca es Dostoyevski quien habla en sus ficciones. El personaje y el autor no pueden ser tenidos como si fuesen la misma persona. Un personaje dostoyevskiano muy autobiográfico, o uno en el que Dostoyevski deposite sus propias ideas, jamás será el autor del libro, jamás será Dostoyevski. Incluso, el personaje Goryánchikov de Memorias de la casa muerta, verdadero alter ego del autor, es, a mi juicio, posiblemente el personaje más autobiográfico de todos sus libros, y sin embargo este personaje está muy lejos de ser Dostoyevski. De manera que, al momento de citar o colocar una frase dicha por un personaje de Dostoyevski, lo recomendable es citar a ese personaje y no a Dostoyevski, a menos que, como ya externé, se trate de una frase o fragmento de un prólogo o de un ensayo periodístico del monumental Diario de un escritor, o, también, cuando se trate de una carta o frase extraída de su obra de correspondencia.
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