Con disposición, valentía y arrojo, Isidra Mejía ha escrito esta obra: Desarrollo histórico del municipio de Gaspar Hernández. Pincelada de dominicanidad. Confieso que, desde que me comentó que estaba trabajando en este proyecto, pensé en el gran desafío que tenía por delante nuestra educadora y escritora. Sin embargo, conociéndola, sabía también que, si había emprendido esa empresa, sin duda la llevaría hasta el final. La obra que hoy tiene usted en sus manos, estimado lector, es fruto de desvelos, persistencia y, sobre todo, de un profundo deseo de aportar al conocimiento de nuestros orígenes como pueblo.
Investigar y escribir es un oficio titánico que pocos se atreven a asumir. Como mencioné al principio, exige mucha disposición y coraje, pues son numerosos los obstáculos que deben superarse en el camino.
Desde tiempos inmemoriales, la historia ha sido una herramienta esencial para conocer nuestras raíces y comprender los procesos que han moldeado la convivencia humana en relación con su entorno. Muchos pueblos del mundo han plasmado su historia con el propósito de dar a conocer sus orígenes y su evolución a lo largo del tiempo. En ese mismo espíritu, esta obra de investigación tiene como objetivo presentar a las generaciones presentes y futuras del municipio de Gaspar Hernández —y a otros interesados en la historia nacional— el desarrollo de este emblemático municipio de la República Dominicana.
Un aspecto particularmente valioso de este trabajo es que la autora ha querido establecer la relación entre los eventos históricos y su incidencia directa en la vida de los gasparenses. Abarca el desarrollo social, religioso, cultural y político del municipio con una mirada integradora y profundamente humana.
Exhaustiva, precisa e inquisitiva, Isidra Mejía nos muestra cómo, en la República Dominicana, han surgido conflictos y movimientos de distintas naturalezas y magnitudes que han influido significativamente en el devenir nacional. Desde su fundación, Gaspar Hernández ha sido testigo de hombres y mujeres que han luchado no solo por su superación económica, sino también por la democracia, la libertad y la justicia. La autora narra con detalle cómo los hechos políticos más importantes vinculados a la represión y la muerte se intensificaron a partir de 1937, con la persecución del régimen de Trujillo a Enrique Blanco, personaje legendario que recorrió muchos de nuestros parajes y dejó a su paso numerosas historias.
Como es sabido, el municipio de Gaspar Hernández, ubicado en la provincia de Espaillat, es una localidad con una rica historia y una cultura viva. Fundado en 1907 con el nombre de Joba, fue erigido en común durante el gobierno del general Ramón Cáceres. Desde entonces, ha sido escenario de importantes acontecimientos históricos que han marcado tanto su desarrollo como el del país.
Esta investigación nos presenta, con orden y rigor, cómo fue la cultura en los primeros años del municipio, brindándonos un vistazo íntimo a la vida y las tradiciones de la época. A través de descripciones y anécdotas, la autora nos lleva en un recorrido por la historia de la tierra, la agricultura, la música y otras manifestaciones culturales de Gaspar Hernández.
Se describe cómo se adquiría y cultivaba la tierra en el pasado, abordando el régimen de propiedad estatal y el proceso de parcelación y legalización de tierras. También se aborda la época de la dictadura de Trujillo, cuando se impuso la obligación de poseer y trabajar la tierra como medida para fomentar la productividad agrícola. La obra retrata con viveza la vida cotidiana de aquellos tiempos: hombres dedicados a la agricultura, mujeres a los quehaceres del hogar, y una comunidad que subsistía mediante la cría de animales, la producción ganadera, la apicultura y la elaboración artesanal de productos como el tabaco, el ajo y tejidos diversos.
Asimismo, esta obra nos permite descubrir la importancia de la música en la historia del municipio. La investigadora muestra especial interés en sus orígenes y evolución. Se mencionan los primeros músicos, así como la fundación de una escuela de música en Santo Domingo. También se hace alusión a la influencia del régimen de Trujillo en las artes, época en la que los artistas se veían obligados a dedicar sus obras al dictador y a su familia.
El texto continúa explorando la música popular, con énfasis en el merengue y la figura emblemática de “El General Larguito”, destacado acordeonista oriundo de Gaspar Hernández. Se resalta la importancia de la emisora "La Voz del Yuna" y la inauguración del Palacio de Bellas Artes como hitos en la promoción de la música y el arte nacional.
La investigación también se adentra en el desarrollo de otras actividades culturales en Gaspar Hernández. Se menciona la Academia Municipal de Música, la relevancia de los clubes sociales y el significativo aporte de la familia Sehuoerer a la comunidad. Igualmente, se resalta la labor educativa, la llegada de maestros y los cambios en el sistema educativo durante la dictadura trujillista.
A lo largo del texto, el lector podrá sumergirse en la historia y la cultura de los primeros años de Gaspar Hernández, descubriendo facetas fascinantes de la vida cotidiana, de hombres y mujeres emprendedores en el comercio, la música y otras áreas fundamentales para el desarrollo de esta comunidad dominicana.
No cabe duda de que investigar y estudiar la historia es esencial para comprender el presente y proyectar el futuro. Este trabajo constituye una valiosa contribución a la preservación de la memoria histórica de nuestro pueblo y del país en su conjunto.
Con esta obra, Isidra Mejía nos ofrece una ventana al espíritu gasparense, permitiéndonos conocer de cerca la historia y la cultura de un pueblo valiente, trabajador, alegre y resiliente, que ha sabido sobrevivir y prosperar en medio de los cambios y desafíos de su tiempo.
Es un libro de vital importancia en una época en la que se apuesta, muchas veces, al vacío, a la superficialidad y a la nada.
Los relatos contenidos en esta obra nos invitan a reflexionar sobre la importancia de la resiliencia y la determinación en la lucha por la libertad, el trabajo y la justicia, y nos animan a valorar el legado de las generaciones que nos precedieron.
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