incendio forestal

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En enero de 2025, los incendios forestales de California, alimentados por el clima, quemaron miles de hectáreas y mataron a al menos a 30 personas.

Una gran cantidad de datos científicos están siendo eliminados de los sitios web del gobierno estadounidense, poniendo en riesgo décadas de investigación sobre salud, cambio climático y fenómenos meteorológicos extremos.

Un grupo de científicos está luchando para salvar su trabajo antes de que se pierda.

Algunos de ellos están en Estados Unidos. Otros están dispersos por todo el mundo. Hay cientos, o hasta miles, de personas involucradas en múltiples redes. Y vigilan de cerca sus teléfonos.

Nadie sabe cuándo llegará la próxima alerta o solicitud para guardar una parte de los datos climáticos del gobierno estadounidense.

Estos datos, disponibles en línea desde hace tiempo, están siendo eliminados constantemente por la administración del presidente Donald Trump.

Durante los últimos seis meses, Cathy Richards ha estado trabajando para una de varias organizaciones dedicadas a descargar y archivar datos públicos antes de que desaparezcan.

"Recibes un mensaje a las 11 de la noche que dice: 'Esto se eliminará mañana’", cuenta. "Intentas disfrutar del día y luego todo sale mal. Simplemente te pasas la noche descargando datos".

Richards es especialista en datos e inclusión, y becaria de ciencias cívicas del Proyecto de Datos Ambientales Abiertos (OEDP, por sus siglas en inglés), una organización sin fines de lucro con sede en Hudson, Nueva York.

Su organización es miembro fundador del Proyecto de Datos Ambientales Públicos (PEDP), que surgió en 2024 para salvaguardar los datos durante la administración Trump.

Algunos mensajes son "desgarradores", afirma Richards. A veces, los científicos se ponen en contacto, desesperados por saber si los datos que han recopilado durante su vida profesional pueden ser rescatados.

"Se percibe la urgencia", afirma. "Entiendes que se trata de la investigación de X años de alguien y que este es su fruto. Es por ello que entramos en acción".

En las últimas semanas, Richards y sus colegas han archivado conjuntos de datos repletos de información sobre riesgos de inundaciones en Estados Unidos, emisiones de gases de efecto invernadero, producción energética y justicia ambiental, entre otros temas.

Otros investigadores han recreado una herramienta que pronostica el riesgo de futuros desastres climáticos en Estados Unidos.

base de datos

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"Es un desastre absoluto"

Esta urgencia por salvaguardar datos ambientales vitales forma parte de un movimiento más amplio para rescatar todo tipo de datos científicos publicados en línea por el gobierno estadounidense.

Investigadores biomédicos y de salud que trabajan con los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades de EE.UU. (CDC, por sus siglas en inglés), por ejemplo, están buscando desesperadamente maneras de guardar datos importantes tras las órdenes ejecutivas emitidas por Trump sobre qué información de género y diversidad pueden publicar los organismos federales.

Los científicos han expresado su preocupación por una amplia gama de recursos que podrían desaparecer próximamente, desde registros meteorológicos históricos hasta datos recopilados por satélites de la NASA.

El 16 de abril, la Administración Nacional Oceánica y Atmosférica de EE.UU. (NOAA, por sus siglas en inglés) anunció la eliminación de una lista de conjuntos de datos sobre monitoreo oceánico a principios de mayo.

Varias organizaciones, como el Archivo de Internet, la organización sin fines de lucro Salvaguardando la Investigación y la Cultura, y el Proyecto de Rescate de Datos, participan actualmente en actividades junto con el OEDP para rescatar estos datos del olvido.

Muchas de las personas involucradas en estos esfuerzos colaboran voluntariamente. "Es nuestra biblioteca", afirma Richards. "Hay que salvar los libros, hay que conservarlos para el futuro".

Poco después de la investidura del presidente Trump en enero de 2025, su administración anunció cambios radicales en los departamentos y agencias federales, en un intento por reducir lo que denominó "desperdicio" e "ineficiencias".

Sin embargo, muchos de los programas y recursos que están desapareciendo actualmente son de vital importancia, según los científicos.

Investigadores del clima que hablaron con la BBC afirman que algunos conjuntos de datos eliminados respaldan importantes investigaciones sobre el cambio climático y los fenómenos meteorológicos extremos que amenazan la vida, por ejemplo.

Aunque funcionarios del gobierno también eliminaron información durante el primer mandato de Trump, y los científicos esperaban eliminaciones similares durante su segundo gobierno, la escala y el alcance de las eliminaciones recientes han sorprendido a los investigadores.

Un científico recurrió a su universidad con una súplica: "Les dije: 'Necesito espacio en disco, lo necesito rápido, no puedo seguir los procesos normales para obtener una beca’", recuerda. Su universidad, discretamente, puso a su disposición 20 terabytes de almacenamiento, le dijo el investigador a la BBC.

La lucha por rescatar datos en riesgo antes de que sea demasiado tarde continúa. Richards afirma que su organización ha recibido mensajes de unos 400 posibles voluntarios y que actualmente están incorporando a unos 100 de ellos.

Su trabajo podría ayudar a preservar datos sobre diversos temas, desde la calidad del aire hasta los arrecifes de coral.

Entre las herramientas que el OEDP ha replicado en su sitio web se encuentra EJScreen, un servicio de mapeo de justicia ambiental que revela las comunidades en EE.UU. que podrían estar en mayor riesgo ante peligros ambientales como la contaminación atmosférica.

El servicio fue eliminado del sitio web de la Agencia de Protección Ambiental de EE.UU. (EPA) a principios de febrero.

Trabajar con datos climáticos suele ser particularmente difícil dado el enorme tamaño de ciertos conjuntos de datos: vastas reservas de información sobre nuestro planeta que sustentan los modelos climáticos o los sistemas de pronóstico del tiempo, por ejemplo.

Pero esto no desanima a Richards. "Esta es una investigación financiada con fondos públicos que ya fue pagada", indica.

La BBC contactó a la Casa Blanca para obtener comentarios, pero no recibió respuesta.

Observando todo esto, en muchos casos con incredulidad, se encuentran los científicos que trabajaron para recopilar estos datos.

"Nunca había visto algo así en casi 40 años de experiencia científica", afirma Paul Bierman, geomorfólogo de la Universidad de Vermont. "Creo que es un desastre absoluto".

Bierman ha investigado la historia de la capa de hielo de Groenlandia, demostrando, por ejemplo, que durante el Pleistoceno, hace entre 2,6 millones y 11.700 años, Groenlandia estaba cubierta de tundra y vegetación, en lugar de una gruesa capa de hielo.

Esto sugiere que el hielo de Groenlandia es más vulnerable al cambio climático de lo que se creía.

Bierman explica que todos los datos que él y sus colegas recopilaron en estudios financiados por la Fundación Nacional de la Ciencia se envían a repositorios de datos respaldados por esa misma agencia del gobierno estadounidense.

"Ahora me pregunto si ese es el lugar más seguro para mis datos", señala.

bandera de EE.UU.

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La escala y el alcance de las recientes eliminaciones de datos han sorprendido a los investigadores

Un ritmo frenético

Los científicos también temen que los esfuerzos por recopilar nuevos datos climáticos se queden a medio camino.

Un informe gubernamental de marzo sugirió que la administración Trump estaba considerando cancelar el alquiler de la oficina de apoyo para una importante estación de investigación de monitoreo de dióxido de carbono (CO2) en Hawái.

El observatorio de Mauna Loa ha estado monitoreando las concentraciones atmosféricas de CO2 desde 1958 y, tan solo el año pasado, registró el mayor aumento en dichos niveles desde que se comenzaron a llevar registros.

"La climatología solo es posible gracias a conjuntos de datos a largo plazo", afirma Lilian Dove, investigadora sobre clima y cambio global de la NOAA en la Universidad de Brown.

"Si no seguimos recopilando y preservando esos datos, nuestro campo se enfrenta a serios problemas".

Tanto Bierman como Dove indican que han realizado múltiples copias de sus datos científicos, incluso en depósitos físicos, como medida de precaución para asegurar su supervivencia.

Eric Nost, geógrafo de la Universidad de Guelph (Canadá), dice que la eliminación de datos ha superado con creces las numerosas revisiones de la información publicada por el gobierno estadounidense que se llevaron a cabo durante el primer mandato de Trump, desde principios de 2017 hasta principios de 2021.

"Vimos la eliminación de muchas páginas web", afirma. "Realmente no vimos la eliminación de conjuntos de datos".

Rachel Santarsiero, directora del Proyecto de Transparencia sobre el Cambio Climático del Archivo de Seguridad Nacional, una organización no gubernamental sin fines de lucro, coincide.

Agrega que, durante ese primer mandato, las menciones al "cambio climático" se eliminaron con frecuencia de los sitios web gubernamentales, pero los datos científicos, en general, permanecieron intactos y accesibles.

Sin embargo, Santarsiero también señala que, en principio, la eliminación de recursos de datos ambientales de los sitios web gubernamentales públicos no es nueva ni exclusiva de la administración Trump.

La EPA anunció planes para eliminar su archivo en línea en 2022, durante la presidencia de Joe Biden, por ejemplo. "Su razonamiento fue que era demasiado costoso mantener el archivo", indica Santarsiero.

Otra organización que trabaja actualmente para recopilar y archivar datos del gobierno estadounidense, incluidos datos climáticos, es Safegaur.de. Está dirigida principalmente por investigadores fuera de Estados Unidos.

William Waites, informático de la Universidad de Southampton (Reino Unido), es uno de ellos.

El ritmo de eliminación de datos en los últimos meses y semanas ha sido frenético, afirma, con algunos "sustos" sobre conjuntos de datos que, según se rumoreaba, estaban destinados a ser eliminados.

En marzo, corrió la voz de que la información publicada por la NOAA desaparecería en cuestión de días.

Waites y sus colegas se pusieron manos a la obra y comenzaron a descargar múltiples terabytes de datos. Pero la fecha límite para la eliminación que se rumoreaba, pasó.

Waites describe el episodio como "un buen ejercicio para acostumbrarse a esto", y añade que "se está volviendo un poco más fácil a medida que nos consolidamos y nos damos a conocer, y tenemos contactos en diversas organizaciones".

Varios programas de la NOAA están actualmente en riesgo, ya que, según se informa, la administración Trump está considerando recortar la financiación de la agencia en un 25%.

Esto eliminaría toda la financiación para la investigación sobre el impacto del cambio climático en el clima, por ejemplo.

mujer limpiando tras un huracán

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Los recortes en la NOAA afectarán el pronóstico de huracanes, advierten los expertos.

Un arma de doble filo

La Wayback Machine del Archivo de Internet, que hace capturas de pantalla de páginas web para registrar cómo se veían en el pasado, también está trabajando para almacenar datos gubernamentales.

Esto forma parte del proyecto End of Term Archive, que registra el estado de los sitios web del gobierno estadounidense al final de las administraciones presidenciales.

Mark Graham, director de Wayback Machine, destaca una hoja de cálculo pública en tiempo real que sus colegas utilizan para registrar dichas capturas. El contenido abarca desde información sobre igualdad LGBTQ+ hasta geopolítica.

Además, las referencias a vacunas y enfermedades de transmisión sexual también se eliminaron de los sitios web federales poco después de la investidura de Trump.

Muchas de las páginas web preservadas presentan información sobre el clima o el medio ambiente. "Hemos observado, por su alcance y escala, un aumento sin precedentes en el material eliminado de los sitios web del gobierno estadounidense", afirma Graham.

Sin embargo, descargar y archivar datos en repositorios privados o no gubernamentales es un arma de doble filo.

Por un lado, permite a los archivistas realizar múltiples copias de esos datos. "Eso limita su potencial de destrucción", afirma Lourdes Vera, socióloga de la Universidad de Búfalo.

Sin embargo, Vera, quien fue arrestada en 2020 por robar y vandalizar carteles de la campaña de Trump, señala que guardar dichos datos en plataformas propiedad de empresas tecnológicas estadounidenses podría ser arriesgado si el gobierno las obliga posteriormente a eliminarlos.

Muchas personas involucradas en iniciativas de archivo expresaron su motivación para almacenar la información más importante fuera de Estados Unidos.

Sin embargo, muchos dudaron a la hora de dar detalles. Al preguntarle a Graham si esto es algo que el Archivo de Internet está haciendo, por ejemplo, se limitó a decir: "El Archivo de Internet siempre busca formas responsables de garantizar la integridad de los datos".

Pero existe otro problema. Cuando faltan datos de páginas web gubernamentales centralizadas y conocidas, no siempre es evidente para los usuarios ocasionales de internet que existen organizaciones trabajando para republicarlos.

"Ahora es necesario saber qué se busca, mientras que antes se habría podido acceder a ellos más fácilmente navegando por sistemas de datos centralizados", afirma Nost.

Esto supone una carga cada vez mayor, no solo para salvaguardar los datos climáticos, sino también para garantizar que el público sepa que siguen ahí y que son importantes.

Dado el margen relativamente pequeño que tenemos los seres humanos para actuar ante el cambio climático y prevenir sus peores efectos, Bierman considera la situación actual incomprensible.

"Me sorprende que, en un momento en que presenciamos huracanes más intensos, precipitaciones más extremas, más sequías y más incendios forestales, se nos ocurra recortar la investigación científica, que es clave para abordar estos problemas y mantener a la gente a salvo".

Este artículo apareció en BBC Future. Puedes leer la versión original en inglés aquí.

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