La justicia española ha condenado a Luis Rubiales, expresidente de la Real Federación Española de Fútbol (RFEF), a pagar una multa de 10.800 euros (aproximadamente US$11.270 dólares) en cuotas por el delito de agresión sexual en contra de la jugadora Jennifer Hermoso.
La sentencia se produce por el beso que Rubiales le dio, sin su consentimiento, a Hermoso en la ceremonia de entrega de medallas del Mundial Femenino de Fútbol pasado, que tuvo lugar en Sídney, Australia, en agosto de 2023.
El Ministerio Público había solicitado la pena de prisión.
El fallo, además, absolvió del delito de coacción a Rubiales, por supuestamente intentar presionar a Hermoso para que declarara que el beso fue consensuado.
Otros tres acusados por este delito -el exseleccionador femenino Jorge Vilda, el exdirector de Fútbol de la sección masculina Albert Luque y el que fuera responsable de marketing de la Federación Rubén Rivera- también fueron absueltos.
"Ha quedado debidamente probado y así se declara que el día 20 de agosto de 2023, en Sídney, Estado de Nueva Gales del Sur, (Australia), con ocasión de la entrega de medallas a las jugadoras de la selección española femenina de fútbol tras su victoria en la final del Mundial, y en el momento en que la jugadora Jennifer Hermoso recibía el saludo protocolario y la felicitación del acusado Luis Manuel Rubiales, este sujetó la cabeza de la jugadora con ambas manos, y de manera sorpresiva y sin consentimiento ni aceptación de la jugadora, le propinó un beso en los labios", detalló el magistrado.
El fallo también prohíbe a Rubiales acercarse a la jugadora en un radio menor a 200 metros y a comunicarse con ella por el periodo de un año.
Durante el juicio, Rubiales reiteró que el beso había sido consentido por Hermoso y que lo hizo a modo de celebración ante la euforia del triunfo de España en el certamen.
Hermoso, por su parte, negó cualquier consentimiento y, de hecho, dijo que el hito "manchó uno de los días más felices de mi vida".
El beso de Rubiales a Hermoso, en esa época, dio impulso a un movimiento al estilo "Me Too" en el fútbol femenino español, en el que las jugadoras buscaban combatir el sexismo y lograr la paridad con sus pares masculinos.
Rubiales dimitió en septiembre de 2023 tras semanas de resistirse a la presión para que dejara su cargo, luego de que la FIFA lo suspendiera y los fiscales españoles abrieran una investigación.
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