La población de Uruguay se ha estancado. Cada vez nacen menos niños en un país con una de las tasas de natalidad más bajas de América latina. Esta tendencia demográfica tendrá un impacto en el mercado laboral, según un estudio realizado por la consultora uruguaye Exante.
“Uruguay es un país de 3,5 millones de habitantes. Tiene una demografía que se le parece bastante a la de los países europeos, en el sentido de que ha tenido históricamente tasas de natalidad mucho más bajas que las que se observaban en América latina”, explica Pablo Roselli, uno de los economistas que ha realizado el informe. “La población total del país alcanzó un pico en el 2020 y desde entonces presenta una tendencia levemente declinante; la población en edad de trabajar también va a empezar a bajar”, agrega.
Esto supone una serie de desafíos para los poderes públicos, pues el mercado laboral estará formado por trabajadores cada vez más mayores y habrá cada vez menos jóvenes. Además, falta también mano de obra inmigrante: “Uruguay históricamente era un país de saldo migratorio negativo. Actualmente estamos con un saldo migratorio prácticamente nulo uruguaya. Uruguay atrae a inmigrantes. En los últimos 10 años vinieron unos 65.000 inmigrantes, desde Venezuela, Cuba y Argentina, pero también hay uruguayos que salen al exterior. Ciertamente, Uruguay debe tratar de cambiar el signo al saldo migratorio, que es ligeramente negativo actualmente y debería tratar de atraer talento calificado”.
El envejecimiento de la población traerá también importantes cambios en el consumo, como explica Pablo Rosselli. “Lógicamente, en la medida que el país continúe creciendo, el consumo va a subir en todos los sectores de la economía, pero en términos de composición o de sesgos de las decisiones de consumo, a medida que la población envejece, lógicamente lo más obvio es que aumente la demanda de servicios de salud y se reduce la demanda de servicios de educación. Eso es trivial, pero también es cierto que aumentan, por ejemplo, las demandas de alimentación saludable, de servicios y productos para el hogar. Las personas, a medida que envejecen, salen menos de su hogar, pero demandan más confort dentro del del hogar y esas son tendencias que seguramente vamos a ir observando en Uruguay como se hace tan observando en los países desarrollados, donde esta transición demográfica viene bastante adelantada”.
Uruguay es uno de los países con la tasa de desempleo estructural más alta, del 7%. Hoy, los mayores de 50 ya representan algo más de la cuarta parte de las horas trabajadas en la economía.
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