Siete días después de las inundaciones que dejaron al menos 120 muertos, el presidente de Estados Unidos, Donald Trump, se traslada este viernes a Texas, donde se reunirá con las familias de las víctimas y equipos de rescate. Entre tanto, más de 170 personas continúan desaparecidas.
Las aguas ya bajan pero las críticas a la falta de accionar del Gobierno persisten en Texas, estado bastión del partido republicano, al que Trump llegará durante la jornada con la Primera Dama, Melania.
Los equipos de rescate y los familiares de las víctimas continúan revisando escombros, a la par que demandan al Gobierno explicaciones sobre sistemas de alerta deficientes.
¿Por qué Trump esperó una semana para ir a Texas?
Según declaró el mandatario al medio estadounidense NBC, él estaba listo, pero no quiso sobrecargar a las autoridades, que aún buscan a los más de 170 desaparecidos.
"Es un asunto que ocurre una vez cada 200 años", aseguró el republicano.
El viernes pasado, incesantes lluvias y el desborde del río Guadalupe, que pasó de tener el nivel de un metro a casi diez en una hora y media, destrozaron la región de Hill Country. Decenas de las víctimas que fueron arrolladas por las aguas eran niños que asistían a un campamento de verano.
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