Sánchez no dimite ni adelanta elecciones a pesar del caso de corrupción que salpica a su partido

"Tras unos días difíciles", ha reconocido Pedro Sánchez, el presidente del Gobierno español pasa al contraataque. Lejos de dimitir o adelantar elecciones después de las rotundas pruebas que demuestran la trama de corrupción de dos de sus más antiguos colaboradores, Sánchez se aferra al cargo y defiende la limpieza de su organización, el Partido Socialista.

Informa el corresponsal de RFI en Madrid, Ray Sánchez

“No vamos a tapar la corrupción que surja en nuestras filas, por muy dolorosa que sea”, ha expresado un Pedro Sánchez que admite “errores”, aunque subraya que, de momento, el llamado caso Koldo es tan solo un supuesto caso de corrupción sin sentencia firme en los tribunales.

También, el único caso desde que dirige el Partido Socialista. "Lo contrario a la corrupción sistémica" que atribuye al conservador Partido Popular, en palabras de Sánchez, que llegó al poder en 2018 aupado precisamente por la censura a la corrupción de la principal formación de la derecha española.

Sánchez anuncia que comparecerá en el Parlamento para rendir cuentas y también impulsará una comisión de investigación sobre las mordidas que recibían sus antiguos colaboradores a cambio de otorgar obras públicas, como demuestran audios en los que se escucha al exministro José Luis Ábalos hablar de los servicios que le proporcionan prostitutas.

“Nos repugnan esos audios”, ha sentenciado el presidente español remarcando el carácter feminista de su partido.