Los daños en Israel son considerables tras la ofensiva contra el régimen iraní. Se han visto afectados emplazamientos militares, pero la población también está bajo el fuego de los misiles balísticos de Teherán. Uno de los ataques más mortíferos tuvo lugar el domingo en Bat Yam, al sur de Tel Aviv.
Con nuestro enviado especial a Bat Yam, Sami Boukhelifa
Eran las 3 de la madrugada del domingo 15 de junio cuando un misil balístico iraní impactó de lleno en una torre de viviendas en Bat Yam, en las afueras del sur de Tel Aviv. Diez pisos quedaron parcialmente destruidos por la explosión, con daños en un radio de 300 metros. Los equipos de rescate retiran los escombros en busca de supervivientes. Hay muertos y desaparecidos. Los habitantes del barrio, desconcertados, recién salidos de los refugios, asisten a las operaciones de rescate.
Gera no vio nada de los bombardeos, pero lo oyó todo. “Estábamos en un refugio. Y entonces se oyeron las explosiones, los misiles… Salimos esta mañana [domingo, nota del editor] para ver qué había pasado y vimos todos esos edificios dañados. Nos enteramos de que habían muerto niños, que había muerto gente. No sé hasta qué punto era real la amenaza nuclear iraní, pero si Israel los ha atacado, sin duda era necesario”.
Ori corrió hacia su apartamento: “Las ventanas explotaron. Todas las paredes están agrietadas. Y es aún peor en el último piso. Es terrible, pero es el precio que hay que pagar, teníamos que atacar, no teníamos otra opción”, afirma Ori. No había otra opción que atacar Irán. Ori aplaude la decisión de Benjamin Netanyahu: “Irán es un país que afirma querer destruir Israel. Si consiguen el arma atómica, será un desastre”.
“No necesitábamos esta guerra además”
En la calle, la gente abandona el barrio devastado. Sus casas son inhabitables. Olek, por su parte, se niega a marcharse. “A las 3 de la madrugada, oí un estruendo. Luego llegó la onda expansiva. Cuando me desperté, había cristales por todas partes. Está claro que no había ninguna necesidad de atacar Irán. No necesitábamos esta guerra adicional. La situación va a empeorar”. Y todo es culpa de un solo hombre, asegura Olek: Benjamin Netanyahu. “Es un loco. Quiere la guerra. Y no va a detenerse ahí. Habrá más heridos, más muertos, más daños. Y todo porque se aferra al poder”.
En Israel, la postura de Olek es marginal. Pero, según él, es lúcida: “Netanyahu está arrastrando a todo Oriente Medio a esta crisis. Irán es un país poderoso con misiles balísticos destructivos. El edificio de enfrente quedó pulverizado en una fracción de segundo”.
Tanto Israel como los países occidentales acusan a Irán de querer dotarse de armas nucleares, algo que Teherán niega, al tiempo que defiende su derecho a desarrollar un programa nuclear civil.
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