A las dificultades económicas y políticas en el país se suman la explosión del puerto de Beirut en 2020 y el conflicto entre Israel y Hezbolá, activo desde 2023.
"La gente está muy contenta con que el Papa visite el Líbano por primera vez en mucho tiempo. Desean que eso ayude a traer paz al país", dice Nour Tayyar.
Así se expresaba esta cristiana libanesa al remarcar la importancia de la visita de León XIV.
"Después de todo lo que nos ha pasado, esto es lo mejor que nos ha ocurrido en mucho tiempo", agrega.
La beirutí Suzanne Khoury destaca el mensaje de apoyo que la llegada del pontífice supone para los cristianos en el país.
"Su visita es muy importante no solo para los libaneses, sino para la comunidad cristiana en el Líbano. Somos el origen del Líbano. Somos el único país árabe con un presidente cristiano".
Temores de nuevos ataques
Pero Khoury no ve en la visita papal la capacidad de mejorar el rumbo del país.
"Con esta visita nos sentimos apoyados, pero no creo que vaya a cambiar nada", dice Suzanne Khoury.
La cristiana Rouba Ziade comparte esa opinión, común también entre muchos libaneses de confesión musulmana chií, la comunidad donde la milicia Hezbolá concentra la mayoría de sus seguidores. Creen que Israel reiniciará su ofensiva en el Líbano cuando el Papa parta el martes.
"Creemos que cuando el Papa se vaya podríamos enfrentarnos a bombardeos israelíes y a otros infortunios", señala Ziade.
Como muchos libaneses de distintos grupos religiosos, Ziade lamenta que el Papa no visite el sur del país, actualmente castigado por los continuos ataques israelíes.
"Yo estaba esperando que visitara algunas comunidades cristianas en el sur. Eso hubiera hecho la visita más emblemática, especialmente porque el primer milagro de Jesús ocurrió en el sur del Líbano”, dice Rouba Ziade.
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