En la noche del 17 al 18 de junio, Israel afirmó haber bombardeado centros de producción de centrifugadoras de uranio en los suburbios de Teherán, luego de que Irán los atacara en su territorio con misiles. Jamenei prometió que no tendrá clemencia con el Estado hebreo, horas después de que Donald Trump exigiera a Irán la "rendición incondicional".
No hay respiro en Oriente Medio en el sexto día de escalada militar. El ejército israelí anunció que más de 50 aviones atacaron "una instalación de producción de centrifugadoras en Teherán" y "varios sitios de fabricación de armas" durante la madrugada del miércoles, tras que Irán los atacara con un misil hipersónico.
"Tenemos que dar una respuesta fuerte al régimen sionista terrorista. No tendremos clemencia con los sionistas", escribió el líder supremo iraní Ali Jamenei en su cuenta de X. Las declaraciones se dan también luego de que Donald Trump le exigiera a Teherán una "rendición incondicional" y declarara que Estados Unidos "sabe exactamente dónde se esconde" Jamenei.
Aún es incierto si Estados Unidos se implicará directamente en el conflicto para prestar apoyo militar a Israel, o jugará un rol de mediador entre ambos países.
Desde el comienzo de la guerra, las ofensivas israelíes han matado a, al menos, 585 personas en Irán, y más de mil han resultado heridas, según la organización iraní Activistas por los Derechos Humanos, con sede en Washington. Del lado israelí, los ataques se han cobrado 24 vidas humanas.
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