Por Júlia Valente, corresponsal de RFI en Milán
Este miércoles (17) entró en vigor en Italia la ley que tipifica el feminicidio de forma autónoma en el Código Penal y establece la cadena perpetua como pena máxima. El delito pasa a tener un artículo propio en el Código Penal italiano, con una legislación específica. Italia no es el primer país en tipificar este tipo de delito. Otros países también lo han hecho, pero la particularidad en Italia radica en la pena definida: la cadena perpetua.
Hasta entonces, la justicia italiana trataba los asesinatos de mujeres como homicidios comunes. En algunos casos, el castigo podía ser más leve. Un ejemplo citado por los expertos es el de los delitos cometidos por exnovios o exmaridos. Como ya no existía un vínculo actual con la víctima, la pena máxima era de 30 años de prisión. También se podían aplicar agravantes, como la premeditación, por ejemplo. Sin embargo, aún existía la posibilidad de condenas más leves. Ahora, con la nueva ley, el feminicidio pasa a tener como única pena prevista la cadena perpetua.
El juez Valerio De Gioia, asesor de la Comisión de Investigación sobre Feminicidio del Parlamento italiano, que participó directamente en los debates sobre la nueva legislación, destaca que el principal objetivo del cambio es evitar situaciones en las que la pena sea menor que la gravedad del acto. De Gioia, sin embargo, no cree que la nueva ley vaya a provocar una caída inmediata en el número de casos. Una de las razones es que las estadísticas en Italia revelan que uno de cada tres autores de este tipo de delitos acaba quitándose la vida. Aun así, destaca que una pena más dura, como la cadena perpetua, envía un mensaje claro de que la justicia italiana será estricta y no tolerará el feminicidio.
Los homicidios disminuyen, los feminicidios siguen siendo elevados
Los datos del Instituto Nacional de Estadística de Italia revelan que el número de homicidios ha registrado descensos en el país desde la década de 1990, mientras que los feminicidios se mantienen en niveles elevados y constantes. El año pasado, 106 mujeres fueron asesinadas en delitos de este tipo, lo que supone un feminicidio cada tres días. En 2024, estos casos representaron el 32 % del total de homicidios registrados en el país. En un panorama más amplio, una de cada tres mujeres en Italia ha sufrido violencia física o sexual.
Por esta razón, las protestas contra la violencia de género son frecuentes en el país y suelen contar con una gran participación. Muchas de estas manifestaciones están organizadas por la ONG Ni una menos y han cobrado aún más fuerza en los últimos años, tras casos emblemáticos que han conmocionado al país.
En 2023, la muerte de Giulia Cecchettin, una estudiante de 22 años, causó conmoción nacional y llevó a miles de personas a las calles de varias ciudades. Fue asesinada por su exnovio, un joven de 21 años. Incluso antes de la nueva ley, este fue un caso en el que la justicia logró condenar al autor a cadena perpetua. Hubo una fuerte presión popular para que la respuesta judicial fuera severa, y Giulia Cecchettin se convirtió en un símbolo de la necesidad de promover cambios concretos para la seguridad de las mujeres en Italia.
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