Con Éric Sénanque, corresponsal de RFI en Roma
Al renovar la diócesis de Nueva York, el papa León XIV ha enviado un mensaje: nombra a Ronald Hicks, de 58 años, al frente de esta archidiócesis, una de las más importantes de Estados Unidos, un hombre originario de Illinois, como él, y que fue auxiliar del cardenal Cupich, actual arzobispo de Chicago, uno de los rostros más progresistas del episcopado estadounidense.
Este nombramiento supone, sobre todo, el fin de la etapa del poderoso cardenal Timothy Dolan, de 75 años, que ha permanecido más de quince años al frente de la ciudad, una figura ultraconservadora que no ha ocultado sus vínculos con Donald Trump. El presidente estadounidense había convertido al cardenal Dolan en su favorito en el último cónclave para suceder al papa Francisco.
Misionero en El Salvador
Contrario al aborto y al matrimonio entre personas del mismo sexo, el influyente cardenal era también un ferviente seguidor de las redes sociales. Pero en septiembre, en la cadena Fox News, el cardenal Dolan no dudó en comparar a Charlie Kirk, el influencer conservador asesinado en un campus universitario, con un héroe e incluso con un “San Pablo de los tiempos modernos”. Estas declaraciones provocaron la consternación de muchos católicos.
Al igual que León XIV, que fue misionero en Perú, el nuevo arzobispo de Nueva York, Ronald Hicks, vivió varios años en El Salvador, ocupándose de orfanatos en el país. Una de sus primeras tareas será supervisar la reciente creación de un fondo de 300 millones de dólares para indemnizar a las víctimas de delitos sexuales que habían demandado a la archidiócesis.
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