Por Célio Fioretti, corresponsal de RFI en Seúl
Mientras China y Japón se enzarzan en una escalada militar en torno a la cuestión de Taiwán, cabría pensar que el mundo de la música no tiene mucho que ver con estas cuestiones geopolíticas. Sin embargo, desde el inicio de la crisis entre Pekín y Tokio, el rechazo de los chinos a todo lo japonés también afecta al K-pop.
Desde que el género se globalizó, muchos grupos de pop surcoreanos han acogido a miembros de nacionalidad japonesa. Esta razón es suficiente para que los fans chinos llamen al boicot de los eventos organizados en su país. Varios encuentros con fans, firmas y dedicatorias han sido cancelados debido a la presión de un movimiento de boicot a los artistas japoneses —incluidos los del K-pop— surgido en las redes sociales.
Uno de los grupos más populares del momento, Le Sserafim, tuvo que cancelar un encuentro con sus fans en Shanghái. No se dio ninguna razón oficial, pero la presencia de dos cantantes japonesas en el grupo provocó la ira del público chino. Por parte de Japón, la integrante china del grupo coreano Aespa recibió una avalancha de mensajes de odio por parte del público japonés.
C-pop contra K-pop
En cualquier caso, el mercado chino representa un enorme potencial para el K-pop. Sin embargo, sigue estando oficialmente prohibido por el Gobierno chino. Las autoridades chinas quieren que los chinos consuman principalmente productos locales, incluida la música. De este modo, favorecen el surgimiento del C-pop, el equivalente al K-pop.
Pero son razones políticas las que impiden que el K-pop llegue al Imperio del Medio. Desde el despliegue de misiles estadounidenses en Corea del Sur en 2016, China ha adoptado una prohibición tácita de importar productos culturales coreanos. En particular, ha bloqueado la celebración de conciertos de grupos coreanos en su territorio.
A pesar de estas restricciones, el país seguía siendo el destino de casi una cuarta parte de las exportaciones de K-pop. Estos resultados confirman el gran interés del mercado chino por el pop coreano, si llegara a abrirse oficialmente. Por lo tanto, Corea del Sur continúa sus esfuerzos por conquistar estos mercados chinos. El presidente surcoreano, Lee Jae-myung, está tratando actualmente de mejorar las relaciones con su vecino. Queda por ver si estos intentos darán sus frutos.
Nuevas asociaciones entre China y Corea del Sur
A finales de octubre de 2025, representantes de las principales discográficas de pop coreano se reunieron con el presidente chino Xi Jinping con la esperanza de desbloquear por fin el mercado chino. Pekín no prometió nada, pero desde entonces se han establecido varias asociaciones. El grupo audiovisual coreano y los medios de comunicación estatales chinos han firmado un acuerdo para difundir programas culturales coreanos en China, entre los que se incluyen programas musicales.
El interés por el K-pop también sigue creciendo entre los inversores chinos. En 2025, el grupo chino Tencent adquirió el 10 % de las acciones de la discográfica coreana SM Entertainment, uno de los pesos pesados del sector, que produce grupos como Aespa o NCT. A pesar de las tensiones circundantes, las puertas de China se abren tímidamente al K-pop.
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