En Dajabón, al norte de República Dominicana, el movimiento es incesante: algunos llegan en camiones o buses, mientras que otros cruzan la frontera a pie. Sin embargo, ellos saben que su viaje se producirá en un contexto de extrema inestabilidad, ya que pandillas y grupos armados mantienen bajo su control gran parte de la capital, Puerto Príncipe, y han extendido su influencia a zonas aledañas. Joseph Cherubin, presidente del Movimiento Socio Cultural para los Trabajadores Haitianos, nos comentó los problemas que tienen sus conciudadanos para regresar a su país durante las festividades.
“Hay dos obstáculos, el de la inseguridad en Haití y la frontera, que está cerrada. No hay garantía de ir a ningún lado. Si se va la frontera, no hay autoridad, deberá ir de forma clandestina a Haití. Realmente la situación sigue caótica, se agrava día a día. Los haitianos en Haití han pasado una Navidad triste. No hay estabilidad para hacer para hacer el culto, realmente es una situación de guerra.“
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Roudy Joseph, portavoz del colectivo de Haitianos en República Dominicana, explica por qué, a pesar de no existir las garantías básicas para su retorno, muchos haitianos deciden arriesgarse y regresar a su país.
“Una de las razones que hace que las personas se vayan es el contexto de la persecución migratoria contra la comunidad haitiana. Estamos hablando de operativos que entran incluso en la casa de la gente. O sea, allanamientos ilegales, entonces mantienen en zozobra a la comunidad”, explicó a RFI.
“El Gobierno dominicano no ha dicho si va a abrir la frontera para el regreso de tantos trabajadores que están dejando que van a pasar las navidades, pero le hemos dicho siempre al gobierno dominicano que tanto las deportaciones como los retornos al final alimentan las redes de tráfico ilegal de personas que se vuelven más peligrosas. Todos esos movimientos están alimentando esa red que se hacen multimillonarios y en eso participan tanto en militares, agentes de inmigración y otras fuerzas de seguridad de República Dominicana”, añadió Joseph.
Así, ni la inseguridad, ni el caos que domina Haití, ni siquiera el temor a no poder regresar a República Dominicana, logran frenar el deseo que tienen decenas de miles de haitianos de reencontrarse con sus familiares durante este periodo navideño.
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