Rodrigo Duterte, ex presidente de Filipinas, ha sido embarcado en un avión con destino a La Haya, informó el martes el diario The Philippine Star, citando a un alto funcionario de la policía.
El ex presidente filipino fue detenido antes en el aeropuerto de Manila a petición de la Corte Penal Internacional (CPI), que ha emitido una orden de arresto contra él por su sangrienta represión del narcotráfico cuando estaba en el poder.
“Nos arrebataron a mi padre y lo metieron en un avión sin decirnos adónde iba”, lamentó en Instagram Verónica Duterte, una de sus hijas.
El tribunal de La Haya (Países Bajos) había anunciado que investigaba a Rodrigo Duterte por presuntos crímenes contra la humanidad en relación con la “guerra contra las drogas” emprendida bajo su presidencia (2016-2022), durante la cual murieron miles de filipinos.
En el pasado, Rodrigo Duterte ha defendido con regularidad su ofensiva antidroga y ha negado haber ordenado a la policía disparar contra sospechosos fuera de la legítima defensa.
Si es trasladado a La Haya, podría convertirse en el primer ex jefe de Estado de un país asiático juzgado por la CPI.
La oficina del actual presidente Ferdinand Marcos Jr dijo el martes que había recibido una copia oficial de la orden de detención, añadiendo en un comunicado que Rodrigo Duterte había sido puesto bajo custodia a su llegada de Hong Kong.
Rodrigo Duterte retiró a Filipinas del tratado de la CPI en 2019, cuando el tribunal comenzó a investigar las acusaciones de ejecuciones extrajudiciales sistémicas. Hasta el año pasado, Manila se había negado a cooperar con la investigación de la CPI, que reclama jurisdicción sobre los crímenes cometidos en un país durante el periodo en el que fue miembro.
“Procésenme en los tribunales filipinos”
“¿Por qué van a entregarme a este organismo internacional cuando ya no somos miembros? Piénsenlo seriamente, porque podría haber consecuencias”, dijo el expresidente a los agentes de policía mientras estaba detenido, según un relato en directo de Verónica Duterte en Instagram.
"Si he cometido un pecado, procésenme en los tribunales filipinos, con jueces filipinos y dejaré que me encarcelen en mi propio país”, añadió.
Según una copia de la orden de detención de la CPI vista por Reuters, Rodrigo Duterte tiene responsabilidad penal en la muerte de al menos 43 personas entre 2011 y 2019, lo que abarca un periodo en el que fue alcalde de Davao, en el sur del archipiélago.
Su promesa de una “guerra contra las drogas” ayudó a llevar a Rodrigo Duterte al poder en 2016, tras una campaña marcada por discursos violentos en los que dijo que quería matar a miles de narcotraficantes.
Según datos policiales, 6.200 sospechosos han muerto en lo que se ha presentado como tiroteos durante operaciones antidroga. Pero grupos de derechos civiles afirmaron que la cifra real era mucho mayor y que también incluía a consumidores muertos en “circunstancias misteriosas”.
La policía negó cualquier implicación en los asesinatos y rechazó las acusaciones de ejecuciones sistémicas clandestinas.
Con Reuters
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