La reunión extraordinaria de la Liga Árabe sobre Gaza comienza este martes 4 de marzo en El Cairo, en presencia de numerosos jefes de Estado y del secretario general de la ONU, António Guterres. El objetivo de la cumbre es responder al plan del presidente estadounidense Donald Trump de convertir Gaza en la “Riviera de Oriente Próximo” tras evacuar a sus habitantes a Egipto y Jordania.
Con nuestro corresponsal en El Cairo, Alexandre Buccianti
El plan egipcio para la reconstrucción de Gaza sin expulsar a sus habitantes es el principal documento que se presentará a los jefes de Estado. Un plan que ya ha obtenido la aprobación casi general de los ministros de Asuntos Exteriores. Consiste en crear zonas de alojamiento temporal, tiendas y prefabricados, para los gazatíes.
A continuación, maquinaria de construcción egipcia empezará a despejar la zona, barrio por barrio, para instalar infraestructuras y reconstruir los edificios, en su mayoría destruidos. El plan se extenderá a lo largo de cinco años. Sin embargo, las cosas están menos claras en cuanto a la autoridad que gestionará Gaza. Se ha propuesto una comisión neutral de tecnócratas palestinos.
Pero Hamás aún no ha aceptado oficialmente ser apartado del poder. La cumbre también pedirá la celebración de una conferencia internacional en El Cairo para financiar la reconstrucción de Gaza.
Los encuentros se celebrarán a puerta cerrada con tal de terminar y aprobar la declaración final, señaló la misma fuente.
Coincidiendo con la cumbre árabe, el ministro de Finanzas israelí, el ultraderechista Bezalel Smotrich, partidario de expulsar a los palestinos de Gaza y Cisjordania, anunció una visita exprés a Estados Unidos para "profundizar la alianza estratégica entre los dos países".
La Franja de Gaza se encuentra devastada por más de 15 meses de combates entre Israel y Hamás desencadenados por el ataque sin precedentes del movimiento islamista del 7 de octubre de 2023.
Según la ONU, la reconstrucción del territorio asediado desde entonces por Israel precisará de más de 53.000 millones de dólares.
Hamás dice que no se desarmará
El desarme de Hamás es una “línea roja”, declaró a la AFP Sami Abou Zouhri, uno de los dirigentes del movimiento islamista palestino, después de que Israel condicionara la continuación de la tregua en la Franja de Gaza a la “desmilitarización total” del territorio.
“Cualquier discusión sobre las armas de resistencia (a Israel) es una tontería. Las armas de resistencia son una línea roja para Hamás y todos los grupos de resistencia”, afirmó Abu Zouhri. “Es una cuestión no negociable” y “cualquier discusión sobre la deportación de los combatientes de la resistencia o de nuestro pueblo es rechazada” de antemano, añadió.
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