El presidente de Ecuador Daniel Noboa al presentar a finales de octubre la manera en que el ejército estadounidense se instalaría en su país en caso de que los ecuatorianos votaran sí a la instalación de bases militares de ese país en su territorio comentó: “Como vemos, siempre quieren tergiversar las cosas. ¡¿Qué le vamos a regalar a los gringos espacio?! Primero, vamos a organizar una consulta”. Para el ex jefe de inteligencia militar de Ecuador, Mario Pazmiño Silva, la propuesta de Noboa tiene las de ganar en el referendo del domingo.
"Esta pregunta va a ser mayoritariamente aceptada. Sin embargo, es necesario manifestar que una base militar por sí sola no va a poder resolver el problema de la inseguridad en Ecuador. Lo que sí va a hacer es contribuir con tecnología, inteligencia, equipamiento, para fortalecer la capacidad operativa de la fuerza pública ecuatoriana", señaló.
El presidente Noboa aseguró que, si se modifica la Constitución, también invitaría a fuerzas militares brasileñas y a la policía europea (Europol). Sin embargo, Estados Unidos sería el más interesado, según Pazmiño Silva:
Ecuador, uno de los principales puntos de paso del narcotráfico
"Ante el bloqueo que actualmente existe en el Caribe por el despliegue de la flota militar estadounidense, las organizaciones narcotraficantes han redireccionado sus cargamentos hacia otras rutas. Dos de esos corredores atraviesan el territorio ecuatoriano: el del océano Pacífico y el del Amazonas. Antes de este taponamiento, por Ecuador transitaban aproximadamente 950 toneladas de droga al año; sin embargo, con el cierre parcial del corredor caribeño, se estima que el flujo podría aumentar hasta entre 1.400 y 1.500 toneladas anuales. En otras palabras, mientras Estados Unidos logra contener el tráfico por el norte, el problema se expande por los costados, y Ecuador se consolida como uno de los principales puntos de paso del narcotráfico en la región", explicó.
Pero Fernando Carrioni, investigador de FLACSO y experto en seguridad, insiste en que las intervenciones extranjeras no reducen la criminalidad:
"Cuando tuvimos nosotros en Ecuador la base militar, la tasa de homicidios pasó de 13 homicidios en 1999 a casi 18 homicidios en el 2009. En otras palabras, no se redujo la violencia. Luego salió la base militar de Manta y se crearon dos bases militares en Colombia. Ese país tiene siete bases militares. En Colombia, del 2021 al 2022 hubo un incremento sostenido del cultivo de coca de 2.600 toneladas. Esto muestra que este tipo de iniciativas no reducen la violencia y tampoco reducen el narcotráfico", sostiene Carrioni.
Las ciudades costeras de Manta y Salinas se anuncian como posibles ubicaciones para las bases militares extranjeras.
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