El método Sainte-Laguë es un sistema de representación proporcional que se utiliza en varios países para la distribución de escaños en cuerpos legislativos.

Este martes, José Horacio Rodríguez, diputado y vicepresidente de Opción Democrática (OD), presentó un proyecto que propone reemplazar el método d’Hondt por el método Sainte-Laguë.

Esa modalidad que proponen puede ayudar a lograr a que la conformación del Congreso Nacional y los Concejos de Regidores sean más plurales en términos de representación y diversidad, como está plasmado en el artículo 209 de la Constitución de la República Dominicana.

Países con el sistema Sainte-Laguë

Algunos ejemplos de países que emplean el método Sainte-Laguë son:

  1. Alemania (en algunos estados y para ciertas elecciones locales)
  2. Bosnia y Herzegovina
  3. Dinamarca
  4. Ecuador (para las elecciones legislativas)
  5. Estonia
  6. Finlandia
  7. Islandia
  8. Kosovo
  9. Letonia
  10. Nueva Zelanda (para las elecciones generales)
  11. Noruega
  12. Suecia

Sin embargo, la aplicación del sistema Sainte-Laguë puede variar en términos de aplicación específica (por ejemplo, en elecciones nacionales, locales o para ciertos tipos de cuerpos legislativos).

¿Es aceptado el método Sainte-Laguë?

El método Sainte-Laguë es ampliamente aceptado y utilizado en varios países por sus características favorables en la distribución proporcional de escaños en cuerpos legislativos. A

continuación, se destacan algunos aspectos de su aceptación:

  1. Justicia Proporcional: Se considera que el método Sainte-Laguë ofrece una representación más equitativa de las preferencias de los votantes en comparación con otros métodos de distribución proporcional. Esto es especialmente importante en sistemas parlamentarios donde se busca reflejar fielmente la diversidad política de la población.
  2. Reducción de la Disparidad: Este método tiende a reducir la disparidad entre el porcentaje de votos y el porcentaje de escaños obtenidos por los partidos, en comparación con métodos como d’Hondt, que puede favorecer a los partidos más grandes.
  3. Uso Internacional: La aceptación del método está respaldada por su implementación en varios países con sistemas políticos diferentes, como Nueva Zelanda, Suecia y Noruega, lo que demuestra su flexibilidad y aplicabilidad en contextos diversos.
  4. Revisión Académica: Numerosos estudios académicos y análisis políticos respaldan la eficacia y equidad del método Sainte-Laguë, lo que contribuye a su legitimidad y aceptación en la práctica electoral.
  5. Preferencias Políticas: En muchos países, la elección del método electoral es un tema de preferencia política y contexto histórico. En lugares donde la representación proporcional es valorada y se busca una distribución equitativa del poder político, el método Sainte-Laguë es visto favorablemente.

En resumen, el método Sainte-Laguë es aceptado y utilizado debido a su capacidad para proporcionar una representación justa y proporcional, lo que es valorado en muchos sistemas democráticos.

Sainte-Laguë o d’Hondt para democracias de América Latina

La elección del método electoral más apropiado para democracias en América Latina puede depender de varios factores y contextos específicos de cada país. Ambos métodos, Sainte-Laguë y D’Hondt, son ampliamente utilizados en diferentes partes del mundo y tienen sus propias características:

  1. Sainte-Laguë: Este método tiende a beneficiar a los partidos más pequeños en comparación con D’Hondt. Es conocido por distribuir los escaños de manera más equitativa entre los partidos políticos, reduciendo la disparidad entre el porcentaje de votos recibidos y el porcentaje de escaños obtenidos. Esto puede ser favorable en contextos donde se valora una representación proporcional más precisa y se desea fomentar la diversidad política.
  2. D’Hondt: Es más favorable a los partidos grandes en comparación con Sainte-Laguë. Tiende a otorgar una mayor cantidad de escaños a los partidos que obtienen una mayor proporción de votos, lo que puede ser visto como un incentivo para la formación de coaliciones y la estabilidad política. Este método es común en sistemas donde se prioriza la gobernabilidad y se busca evitar la fragmentación excesiva del sistema político.

En el contexto específico de América Latina, donde la estabilidad política y la representación de minorías suelen ser temas importantes, el método Sainte-Laguë podría ser considerado más apropiado en algunos casos debido a su capacidad para reducir la disparidad entre votos y escaños, promoviendo así una mayor inclusión política. Sin embargo, la elección del método electoral ideal también depende de las preferencias políticas locales, el sistema político y las características específicas de cada país.

En última instancia, la selección del método electoral más adecuado para una democracia en América Latina debería considerar cuidadosamente estos factores, así como los objetivos específicos de cada sistema electoral en términos de representación, gobernabilidad y equidad política.