La Alianza Cristiana Dominicana, organización que surgió en 2017, en Santiago, y que está integrada por personas católicas, bautistas, episcopales y de diversas tradiciones evangélicas, metodistas y pentecostales, respaldó las declaraciones sobre las tres causales que hizo Guillermo Moreno, candidato a senador por el Distrito Nacional del Partido Revolucionario Moderno (PRM).
El candidato dijo que, aunque no es proaborto y uno respete la vida desde la concepción, no se puede hacer una ley que sea tan rígida que no pueda contemplar esas situaciones especiales y excepcionales en las cuales hay que tomar decisiones.
“¿Con qué derecho una sociedad le impone a una mujer que ha sido violada, que sin su voluntad, sin su consentimiento, se le prive de decidir, siguiendo el protocolo médico que debe estar establecido en la ley y en los reglamentos, sobre un embarazo que ha sido forzado y ha sido un crimen cometido contra su persona? Esa no sería una ley justa”, dijo.
La posición del presidente de Alianza País coincide con la lucha de Alianza Cristiana a favor de las tres causales, que lejos de significar respaldo a un aborto libre e indiscriminado, persigue que el Estado dominicano despenalice la interrupción del embarazo en las tres excepciones que son las que constituyen las tres causales: (cuando la vida de la mujer peligra, cuando el embarazo es producto de violación por un familiar o un particular o dada la inviabilidad del feto).
La organización saludó la valentía de Moreno, quien compartió su posición, en un momento en que sectores antiderechos ejercen chantaje sobre el liderazgo político, olvidando que en las elecciones pasadas las candidaturas que alcanzaron la victoria y sacaron más votos en el Distrito Nacional se posicionaron a favor de las tres causales, como fue el caso de la senadora Faride Raful y el diputado José Horacio Rodríguez.
En este sentido, Alianza Cristiana llamó al resto de candidatos y candidatas a comprometerse con los derechos, la salud, la dignidad y la vida de las mujeres, tal cual lo hizo Jesús, quien en uno de sus mandamientos principales pidió amar al prójimo como a uno mismo.