Jacques Attali, un economista francés que en el 2010 fue contratado por el gobierno para ofrecernos sugerencias de desarrollo, tuvo un impacto muy limitado. Pero su Propuesta #55 de que debemos desarrollar un atractivo ecoturístico en el centro del territorio nacional conserva mucho sentido. Con el reciente lanzamiento por el Centro Cuesta Nacional de un documental y un libro de la serie “Orgullo de mi Tierra” sobre el Pico Duarte, la recomendación de Attali cobra actualidad. El Pico puede convertirse en una gran atracción que atraiga la visita de cientos de miles de turistas extranjeros anualmente.
El Pico Duarte, con 3,087 metros de altura, es el más alto del Caribe insular. A pesar de que su acceso requiere de un esfuerzo físico significativo, es ya un destino turístico que atrae más de 5,000 visitantes anualmente, mayormente dominicanos. A pesar de la ardua caminata que requiere la escalada, la gente acude a disfrutar de la extraordinaria belleza del paisaje, las agradables temperaturas y la comunión con la prístina naturaleza. El arrullo de ríos, bosques y cascadas, aliados a la aventura de los campamentos que acogen la dormida, reconfortan y rejuvenecen el espíritu. De ahí que, como atractivo ecoturístico y de aventura, nuestro Pico, es superior y subyugante.
Existen tres rutas de senderismo para llegar a la cima. La mas usada y con mejor infraestructura es la de Manabao-La Ciénega. La ruta de Sabaneta-Constanza se tiene como la más exigente y menos transitada, mientras l a de Constanza-Valle del Tetero resulta la más pintoresca y con los más impresionantes paisajes. La excursión de ida y vuelta toma de tres a cuatro días, dependiendo de la ruta de acceso y el ritmo de ascenso. Los visitantes, generalmente en grupos organizados, contratan guías y mulas para el transporte de provisiones. La época más visitada es entre diciembre y marzo, cuando el clima es más fresco y seco.
El interés en el Pico Duarte ha crecido en los últimos años, impulsado por el turismo ecológico y de aventura. Sin embargo, a pesar de que atrae turistas de diversos paises, el esfuerzo físico que requiere su visitación impide que más turistas extranjeros lo visiten. Si se pudiera vencer ese impedimento se podría enriquecer el producto turístico dominicano inmensamente. En los meses de invierno los turistas provenientes de los resorts tendrían la opción de sentir las bajas temperaturas que la elevación permite (llegando a veces a -2C) y, alternativamente, disfrutar del calor y ambiente playero en sus respectivos hoteles. Esas opciones no las tendría ningun otro destino del Caribe insular. Y si pudiera operarse en la cima una estación de esquí de nieve (artificial) seriamos la gran joya turística de toda la comarca.
Lo que desbloquearía el acceso, por supuesto, sería un teleférico. En muchos otros paises existen teleféricos que escalan a más grandes alturas, siendo el de Mérida, Venezuela, recorre 12.5 kilómetros y alcanza una altura de 4,765 metros. Este va desde la ciudad hasta la cima del pico Espejo dentro del Parque Nacional Sierra Nevada, Por supuesto, la construcción de una obra como la requerida por el Pico Duarte deberá evaluarse cuidadosamente, considerando el impacto ambiental y la sostenibilidad del ecosistema. Pero los más de 14 mil teleféricos existentes en el mundo, especialmente los que tienen una vocación turística, sugieren que la obra puede desarrollarse de manera compatible con la conservación del medio ambiente.
Según ChatGPT-4, “desde La Ciénaga (Jarabacoa) hasta la cima del Pico Duarte hay aproximadamente 23-25 km en línea recta. Para evitar impactos ambientales severos, es probable que el recorrido se divida en varias estaciones intermedias. En proyectos recientes, el costo de construcción de un teleférico varía entre US$10 a US$20 millones por kilómetro, dependiendo de la dificultad del terreno.” Sin embargo, en un teleférico más corto que hay en Puerto Rico el costo de inversión rondo alrededor de los dos millones de dólares. De cualquier modo, el volumen de visitantes tendría rentabilizar la inversión.
Se deduce fácilmente que una estadía en la cima del Pico deberá ser siempre muy placentera. Eso permitiría desarrollar allí facilidades de hospedaje, aunque al ser parte de un Parque Nacional esto tendría restricciones ambientales. Preferible es visualizar pequeñas cabañas ecológicas en áreas permitidas, construidas con materiales sostenibles, funcionando energía solar y captación de agua de lluvia. Tambien modelos de ecolodges como los usados en parques nacionales de Costa Rica. Si se gestiona bien, un proyecto sostenible podría convertir el área en un destino turístico de lujo y aventura, sin dañar el ecosistema. También se podrían desarrollar cabañas ecológicas y hoteles boutique en la base o en zonas cercanas como Manabao, Jarabacoa o Constanza.
La más elemental intuición sugiere que la incorporación del Pico Duarte a la visitación de turistas extranjeros en masa seria muy deseable. Si asumimos que un teleférico permitiría la visita de mas de 150,000 turistas anualmente es dable suponer que tal fenómeno tendría unas repercusiones económicas muy deseables. A la vez que la visitacion generaría una importante derrama económica en el interior del país, la existencia de tal atracción turística complementaria y diversificaría nuestro producto turístico, el cual continúa atrapado por el recurso playero. Jacques Attali tenía razón de que nos falta un gran centro ecoturístico en el interior del país.
En consecuencia, el recientemente creado comité interinstitucional de ecoturismo creado por le MITUR y el Ministerio Ambiente debe hacer el esfuerzo de evaluar a fondo la factibilidad del proyecto y, de ser positiva, reclutar los inversores privados para desarrollar una alianza público-privada. Nuestro ministro de Turismo recientemente promocionó nuestra oferta de turismo de aventura en Colombia, pero es de lamentarse de que no haya podido ofrecer un proyecto como el descrito.
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