
Monseñor Francisco Osoria, arzobispo de Santo Domingo.
¿Vale la pregunta del título de las presentes Divagaciones? O, ¿se trata de un verdadero huracán en un vaso de agua? ¿Desliz administrativo o ineficacia pastoral? ¡Exageración o tormenta tropical!
Panorama FM presenta una cara de la polémica, disponible en el enlace: https://www.youtube.com/watch?v=lIP4lj035Eshttps://www.youtube.com/watch?v=lIP4lj035Es que muestra el disgusto del arzobispo Ozoria ante el despojo de sus funciones administrativas; por el otro lado, Edith Febles ofrece una versión diferente, en el siguiente enlace:
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El contraste entre esta polémica es la incoherencia entre la presente versión y versión de los hechos cuando Osoria sustituyó a su par en la Diócesis cuyo territorio original abarcaba desde Santo Domingo hasta Tierra de Fuego.
Entonces los sospechosos eran otros y por el cumplimiento del tope edad y la obligación de solicitar el retiro produjo la sospechosa sustitución en el arzobispado de Santo Domingo. (Un ignorante, publicó en un medio dominicano en tono de protesta airado por qué no asistió ningún dominicano en el Cónclave Elector del nuevo Papa?)
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A la pregunta ¿Por qué está el catolicismo en auge de nuevo? La “Inteligencia Artificial me ofreció la siguiente respuesta: “El renovado interés por el catolicismo se debe a una combinación de factores, como la búsqueda de significado y comunidad en un mundo cambiante, la crítica a la superficialidad de la cultura moderna y el atractivo de la tradición, la estabilidad y la estética de la fe. Artistas y creadores, jóvenes en particular, están redescubriendo la profundidad de la fe, la misa en latín, los sacramentos y la idea de que la Iglesia ofrece una estructura moral y un refugio frente a la incertidumbre global. Además, elementos estéticos como la tendencia "Christiancore" y el resurgimiento de una imagen más tradicional del catolicismo han influido en esta tendencia”.
Entonces, en el marco dominicano se cumple que el caso dominicano es ¿antihistórico?, haciéndome eco de la posición del Dr. Juan Isidro Jiménez-Grullón y su arritmia histórica dominicana, para explicar tal contradicción… Entonces, estamos en un caso de un arzobispo entre las patas de los caballos.
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