Turismo de carnaval está pendiente

En este país y muchos otros, los carnavales figuran entre los principales eventos de diversión de la población. A pesar de que los nuestros son capaces de proyectar nuestra idiosincrasia, sin embargo, son pocos los turistas extranjeros que acuden a ellos, siendo el de Punta Cana el que más turistas debería atraer por su ubicación. La trampa que significa el “todo incluido” de seguro impide una afluencia masiva a los demás carnavales. Pero al ser un atractivo tan singular, debemos buscar la forma de que los extranjeros se constituyan en un segmento importante entre los espectadores.

En su monumental obra “El Carnaval Dominicano” (2008), el distinguido académico y folklorista Dagoberto Tejada apunta: “La palabra carnaval surge en función de los contenidos de cuaresma y pascua, apuntando en dos direcciones. La primera definición es: adiós a la carna (carna significa carne y vale equivale a adiós); la otra definición se deriva de las palabras carnem levarem levare, que significa quitar la carne.” En nuestro pais, el carnaval no es simplemente una entretención lúdica o una catarsis social. Se ha convertido en una expresión popular subversiva, en un espacio de resistencia donde se forja la dominicanidad y se fragua la identidad nacional.”

¿Cuál es el apelativo de los carnavales para el ser humano? Según ChatGPT-4: “Los más autorizados tratadistas coinciden en que los carnavales apelan a la necesidad humana de liberación, transgresión y renovación. Siguiendo el pensamiento de Bajtín, el carnaval representa un "segundo mundo" donde se suspenden temporalmente las jerarquías y normas sociales, permitiendo una inversión del orden establecido a través de la risa, la burla y el desenfreno. Este fenómeno responde a un instinto ancestral de escape de la rutina y de reafirmación de la identidad colectiva. Los carnavales satisfacen impulsos profundos relacionados con la catarsis y el deseo de comunión social. Al permitir la expresión de emociones reprimidas mediante disfraces, bailes y excesos, estos festejos cumplen una función reguladora, otorgando un espacio de desahogo controlado que, paradójicamente, refuerza el equilibrio social una vez terminada la celebración.”

En años recientes, los carnavales se han multiplicado en nuestro pais. De los más de una docena existentes, el de La Vega es el mas viejo porque data del 1520. Los otros son los de Santo Domingo, Santiago, Puerto Plata, Montecristi, Barahona, Bonao, San Pedro de Macorís, San Francisco de Macorís, Salcedo, Cotuí, Punta Cana, San Juan de la Maguana y Ciudad Colonial. La mayoría de estos carnavales se celebran en el mes de febrero y en ellos se conjugan la alegría, la música, la creatividad y la espontaneidad de la gente. Son representativos de la diversidad cultural y folclórica del pais, destacando personajes como los Diablos Cojuelos, Roba la Gallina, Los Taimáscaros y Los Guloyas, entre otros.

Aunque la RD es el destino turístico más grande y exitoso del Caribe, su dependencia del modelo de negocio todo incluido y los resorts de playa no incentiva a los turistas a salir de sus resorts y visitar otras partes del país, derramando así los beneficios del turismo. Es por eso que muchos expertos creen que un gran reto para el producto turístico dominicano es la diversificación. Y uno de los atractivos que puede ayudar mucho a responder a ese reto son los carnavales. Por supuesto, nuestros carnavales no pueden compararse con la fiesta mas grande del mundo, el Carnaval de Rio de Janeiro. Pero tienen suficiente colorido como para interesar a los turistas. Y para muestra basta con saber que nuestro Wilfrido Vargas esta hoy iniciando una gira de carnavales en Colombia y España.

Podemos partir de la premisa de que, de poder transportarse a ellos, los extranjeros saldrán de sus hoteles en masa para contemplarlos. Este ano al Carnaval de La Vega asistieron unos 60,000 visitantes, de los cuales un 10% fueron extranjeros.  En el caso del recién celebrado Carnaval de Punta Cana se estima que asistieron unas 15,000 personas, y que los extranjeros fueron, al igual que en La Vega, un 10%. En este último hubo un despliegue de 54 comparsas y 1,500 carnavaleros representando a Punta Cana, La Vega, Puerto Plata, Santiago, San Francisco de Macorís, Cabarete, Barahona, San Juan de la Maguana, San Cristobal, Santo Domingo, Cotuí, Bani, Curazao y Colombia. Sin duda, se esta convirtiendo en un carnaval nacional.

¿Qué hacer para que los turistas de los resorts todo incluido se interesen en asistir a los carnavales? Algunas de las alternativas incluyen: 1) eventos temáticos previos al carnaval de interés y celebrados en los resorts para generar entusiasmo por asistir, 2) los turoperadores y los mismos resorts podrían organizar paquetes especiales que incluyan visitas guiadas, 3) servicios de transporte seguro para evitar preocupaciones por la seguridad, 4) uso de las redes sociales y de las campanas de influencers, y 5) incorporación del carnaval en los tours de cultura e historia dominicana. Si los carnavales se tornan mas accesibles y atractivos es mas probable que los turistas exploren la riqueza cultural de nuestro destino.

Es de esperarse que el nivel de satisfacción del turista con su visita al pais se elevará con su asistencia a los carnavales. Mas importante aún es la dinamización económica que resultaría de la movilización de los turistas en los pueblos anfitriones. Por tanto, es hora ya de que nuestro MITUR y el ministerio de Cultura enfilen esfuerzos conjuntos para lograr integrar masivamente a los turistas extranjeros a nuestros carnavales y que las catarsis no solo se produzcan entre nuestros habitantes. La imantación resultante entre los nacionales y los extranjeros de seguro que apuntalará nuestra competitividad en el mercado turístico internacional.