Siempre he dicho que la ciudad no es una, sino que es múltiple. Eso se hace patente al comparar la Ciudad Colonial de Santo Domingo (CCSD), con Gascue y con La Ciénaga y Los Guandules, tres barrios emblemáticos de esta ciudad del Caribe.
Si la CCSD es una ciudad planificada a partir de la cuadricula urbana, la idea mas obvia para colonizar el territorio, Gascue fue urbanizado para responder a la demanda de una burguesía comercial y una clase media emergente y La Ciénaga y Los Guandules simplemente ha sido una ocupación de terrenos de riesgo por una población inmigrante empobrecida. Tres modelos diferentes de hacer ciudad que se integran espacialmente, mal que bien, construyendo el carácter urbano de Santo Domingo.
Cada uno de estos tres sectores urbanos de la ciudad, tienen su propia caracterización espacial, la ciudad histórica con sus barrios parroquiales y plazas articuladas a traves de una fachada urbana continua. La ciudad burguesa con sus calles arborizadas y sus casas ajardinadas (por lo menos en su mejor momento), ambas partes de la llamada ciudad formal, por un lado. Y por el otro, la ciudad marginal el epitome de lo informal urbano, con su trazado fractal, sus callejones y patios y su pobreza.
El objetivo de este ensayo es demostrar la heterogeneidad como una característica de las ciudades y en este caso, de Santo Domingo particularmente.
La Ciudad Colonial De Santo Domingo (CCSD)
La CCSD responde a un modelo usado por los españoles en la Reconquista, derivado del castrum romano basado en un trazado en cuadricula a partir de dos ejes el Cardo(norte-sur) y el Decumano (este-oeste) estableciendo la plaza mayor en su interseccion. De origen militar, este esquema se ha determinado que es la manera mas funcional de organizar el dominio de un territorio.
En el caso de Santo Domingo, fundada en la margen oriental del rio Ozama y trasladada, con ese esquema, por Nicolás de Ovando a la margen occidental y por razones de la topografía propia del nuevo y definitivo sitio de la ciudad, podemos hablar con mas propiedad de un trazado reticular.
El desarrollo de la ciudad se dio, siguiendo el esquema reticular, con la adición de las nuevas parroquias que fueron definiendo los primeros barrios articulados alrededor de la plaza y su iglesia. A pesar de la segregación social y por oficios propia de una ciudad europea, la morfología de Santo Domingo mostró una coherencia reconocida en su fachada urbana continua, con pocas aberturas hacia el exterior y abierta hacia patios interiores, con una materialidad a base de piedras y argamasas.
Como ciudad presenta una perfecta correlación espacial en sus iglesias, edificios públicos y su sistema de espacios públicos, conectada con su puerto sobre la rivera del rio Ozama y alejada de la costa marina, por donde se esperaban las amenazas de tormentas y piratas. Con estas características la CCSD presenta una imagen sólida y coherente que la define como una ciudad de modelo europeo.
Gascue
El sector de Gascue es el producto de la asimilación a la ciudad de terrenos ocupados, en principios, por casas de campo y establos de una burguesía comercial que venía estructurándose desde el siglo XIX. Su consolidación se produce cuando las continuas revueltas que se escenificaban en la ciudad colonial hicieron que esas familias de la burguesía trasladaran su casa familiar a esos terrenos situados al oeste de la ciudad.
Posteriormente los terrenos fueron lotificados, que no urbanizados, como sucediera en Miramar en San Juan de Puerto Rico y en El Vedado de La Habana, Cuba, para ofertar solares para grandes casas. De esa manera estos terrenos se fueron constituyendo en diferentes urbanizaciones dandole forma a lo que eventualmente conoceríamos como Gascue, nombre de uno de los primeros propietarios de los terrenos, Francisco Gascue y Orlaiz, tesorero de la corona, acusado de desfalco al erario publico.
La característica urbana del sector, ademas de las grandes residencias de la burguesía, fue desde sus inicios la arborización de sus calles. Eso hizo de que a pesar de no tener ninguna plaza Gascue siempre se sintió como un jardín urbano, como bien doña Marcelle Pérez de Brown tituló su excelente libro. La primera plaza de Gascue la aporta la construcción del Banco Central, diseñado por el arquitecto Rafael Calventi, con sus dos edificios, la torre y el auditorio, articulados por dos plazoletas, sin embargo, este aporte de espacial siempre se ha sentido como una plaza institucional y no como plaza pública.
Con la migración de las familias que ocuparon originalmente los predios de Gascue hacia el nuevo sector de NACO, producto del impacto de la guerra de abril de 1965, se inició la transformación del sector que pasa de ser una zona residencial de baja densidad a una zona residencial e institucional de densidad media-alta, perdiéndose los valores ambientales que definieron el barrio durante 50 años, dando origen a lo que llamo la paradoja Gascue que se caracteriza porque los desarrolladores inmobiliarios promueven los altos edificios que construyen con los mismos valores que destruyen.
La Ciénaga y Los Guandules
Situados en terrenos inundables de la rivera oeste del río Ozama, al norte de la CCSD, las barriadas de La Ciénaga y Los Guandules comienzan a poblarse a mediado de los años de 1950, durante una brecha del estricto control poblacional que habia establecido la dictadura de Trujillo, que, para celebrar los 25 años de la dictadura, construía el recinto ferial llamado Feria de la Paz y Confraternidad del Mundo Libre, el cual por su magnitud requirió mucha mano de obra, que se asentaron en estos terrenos de riesgo.
Ya para los años 70 se inicia todo el proceso de intervención urbana , en marcha aún día, que han sufrido sus pobladores que ha contemplado desalojos, traslados, promesas de mejoramiento sin que se hayan solucionados los problemas esenciales de vivienda, equipamiento, infraestructura y salubridad. La pobreza sigue instalada en estos barrios, cuya única bondad es su ubicación centralizada y su relación con el rio, que es además su némesis, que inunda cada cierto tiempo sus calles y sus casas.
La forma de estos barrios la definen un modelo de ocupación caótico que muchas veces calificamos de desordenado cuando, como me aclarara una tarde un jovencito, lo real es que presentan un orden diferente caracterizado por las bifurcaciones y disrupciones, callejones y calles estrechas, en lo urbano y en lo edificado por un hacinamiento espacial donde se amontonan viviendas, si se puede llamar vivienda a un amasijo de paredes y techos de desechos y planchas roídas de metal, donde aparecen algunos edificios de bloques de cemento y brillan por su ausencia los servicios de infraestructura- su cloaca es el rio- y los servicios sociales.
Santo Domingo.
Estos tres modelos de ciudad se repiten a diferentes escalas en Santo Domingo, en muchas ocasiones mezclándose en un mismo ambiente. La cuadricula se repite, los árboles asoman y el hacinamiento, a veces, se hace de lujo. Cada uno de ellos han aportado a la construcción de la metropolis que somos. Desde la cuadrícula y la articulación espacial a la arborización urbana y el reconocimiento de un orden otro, estructurando el espacio urbano dominicano, todo esto unido hacia el sur por el malecón sobre el mar Caribe que la recorre de punta apunta, el rio que la bifurca de norte a sur y define el otro lado y las montañas en lontanaza, al norte, asoradas por una ciudad que cada día se les acerca mas.
Santo Domingo es una ciudad heterogénea, donde la marginalidad se mezcla con la formalidad y la asume, donde cada sector tiene una morfología propia que cada vez más se ha ido diluyendo por el impulso de un desarrollismo a-cultural de una autosemejanza difusa.
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