La realidad del cine latinoamericano y caribeño es extensa en su generalidad, diversidad y particularidades de cada cine o cinematografía que surge en América Latina, el Caribe continental y el Caribe insular. Este hecho ocurre muy a menudo, debido a que la diversidad filmológica y filmográfica propicia una variedad de mapas sobre el desarrollo de una visión que cada día más conecta con una realidad universal.

De ahí que un mapa geográfico de la producción cinematográfica se vaya elaborando, razonando y multiplicándose como fuente y práctica que acoge de manera internacional muchos productos que encontramos en Sudamérica, Centroamérica, el Caribe continental y el Caribe insular, entre otros.

Este tipo de dimensión que ha cobrado en los últimos años la industria del cine en países no europeos y no imperiales presenta interés y significado, porque las diversas productividades de las diferentes cinematografías de la América continental incluyen documentos fílmicos, cine televisivo, documentales, docuficción, reportajes y otros productos que al día de hoy son posicionados en los diferentes mercados internacionales.

Pero lo más importante de la productividad y los productos cinematográficos de América Latina y del Caribe son los resultados y procesos que cada día más entran en otros espacios referenciales y donde la divulgación de productos audiovisuales constituye el canal para su conocimiento y reconocimiento en el mundo contemporáneo de nuestros días.  Las llamadas mezclas de lenguajes audiovisuales, así como los diversos diálogos tecnológicos que están a la disposición de nuestras empresas cinematográficas hacen más productivo el fenómeno cine en cada uno de los países de América Latina y el Caribe; lo que quiere decir que si juzgamos la impronta brasileña, argentina, chilena, peruana, boliviana, y de otros países existe un enmarque identitario ante los ojos de proveedores, divulgadores, mercadólogos y otros actores que propician cada vez más el desarrollo tecnológico e ideológico; lo que va a implicar indudablemente una concepción del cine como obra y efecto comunicador, formador y estético en las llamadas sociedades de América Latina y El Caribe, donde el efecto cine está cerca de constituirse como escuela de productores y espectadores.

El cineasta Glauber Rocha. (Fuente externa)

En un libro titulado Tierras Bravas: En Cine peruano y latinoamericano, Universidad de Lima (Fondo Editorial, 2014), se presenta todo un proceso filmológico y filmográfico de la producción latinoamericana y muy poco o casi nada del Caribe continental. Amén de que el cine latinoamericano es y ha sido una empresa, a veces muy marginal, y a veces muy desigual, el libro de Isaac León Frías es, en este sentido, un aporte al conocimiento de la cinematografía latinoamericana.

En medio de todo este crecimiento debemos advertir que el cine publicitario y televisivo en América Latina y el Caribe ha propiciado muchas ganancias, desde el punto de vista mercadológico y político; lo que explica una productividad mixta a nivel hipercomunicacional con grandes coberturas de producción y acercamiento a nuevas búsquedas, nuevos espacios, nuevas formas de educación y planteamientos audiovisuales, lo que permite entrever cuál será el futuro del cine y los nuevos medios, el hecho mismo de que la mayoría de los cineastas, directores, productores, revisen cada vez más los productos de la nueva cinematografía en América Latina y en el Caribe obliga a la constitución de nuevos discursos, nuevas prácticas y nuevas mediaciones audiovisuales (cine, video, televisión, cómics, objetos abstractos, reales cinematográficos y otros perfiles de este tipo de cinematografía en el ámbito de la América continental.

En su libro titulado Revisión crítica del cine brasileño, escrito por Glauber Rocha (Editorial Fundamentos, Madrid, 1971), se hace una panorámica del cine brasileño y latinoamericano indicando que el neorrealismo brasileño se encontró en lo urbano y lo rural vistos bajo el lente de una acción demitificadora y expresiva de una industria que existía con varios discursos y recursos tecnológicos. Citamos: “Cuando George Sadoul estuvo en Brasil en 1960, vio 46 películas brasileñas y se volvió uno de los mayores entusiastas de Humberto Mauro. Fue a Río a cumplir una especie de promesa: ver Límite. Hubo gran revuelo en el tiempo: Sadoul, después de esperar, no vio siquiera un fotograma. Conviví tres años con Brutus Pedreira en la escuela de teatro de la Universidad de Bahía, entonces dirigida por Martín Gozalbes”. (Página 42).

El cine brasileño tuvo muchos directores de cine, pero la mayoría de estos directores y hombres de cine todavía son desconocidos en América Latina y el Caribe; nos referimos a Brutus Pedreira, Mário Peixsoto, Lúcio Cardoso, Otavio de Faria, el mismo Glauber Rocha y otros. Han llevado a cabo un determinado espacio ideológico de las imágenes en movimiento que da cuenta de lo que es hoy el cine latinoamericano y caribeño.

El conocimiento del cine latinoamericano y caribeño tiene sus obstáculos, debido a que el eurocentrismo como ideología de poder comunicacional no hizo los esfuerzos para incluir al producto audiovisual latinoamericano y caribeño en sus agendas y porque, además, las nuevas tecnologías que propiciaron los hermanos Lumière y Thalía Alva Edison en la segunda mitad del siglo XIX llegaron más tarde a América para ser difundidas.

El cineasta Isaac León Frías. (Fuente externa)

Esto implicó una tardanza en recibir aquel invento tecnológico y también que se negociara el mismo como práctica económica e industriosa.

Existen muchos intentos de explicar la teoría-práctica-mediación del cine latinoamericano y caribeño desde muchas perspectivas sincrónicas y diacrónicas, históricas, tecnológicas y experimentales. Existe una bibliografía muy diversa al respecto, así como datos útiles al respecto. Ver, por ejemplo:

· Fernando Solanas y Octavio Getino: Cine, cultura y descolonización, Eds. Siglo XXI, eds.

· Isaac León Frías: Tierras Bravas. Cine peruano y latinoamericano, 2014.

· Isaac León: El nuevo cine latinoamericano. Entre el mito político y la modernidad fílmica, 2013.

· Ricardo Bedoya e Isaac León: Ojos bien abiertos. El lenguaje de las imágenes en movimiento, 2011. Una bibliografía puntual en este sentido la encontramos en:

·      AAVV: El cine comunitario en América Latina y el Caribe, coord. Regional.

· Alfonso Gamucio Dagron, Bogotá, 2014.

· Fundación Friedrich Evertz.

Odalís G. Pérez

Escritor

Miembro de número de la Academia Dominicana de la Lengua

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