La teoría de la Gestalt, trata al organismo humano como una totalidad, al considerar que la personalidad humana se manifiesta a través de los patrones de conductas aprendidos desde la primera infancia.
Por su parte, los instrumentos psicológicos utilizados por Psicoterapia Gestalt más conocidos son, entre otros: (a) El Test de Orientación en las Relaciones Interpersonales Fundamentales de William Schütz; (b) el Cuestionario Gestáltico Homeostático de Ansel L. Woldt; (c) las Fases de la Estructura y Textura de la Experiencia Humana de John Enright; y, (d) El Examen Gestáltico del Contacto Interpersonal de Jon E. Frew.
Como tal, la Psicoterapia Gestáltica Conductual aborda las tres necesidades psicológicas básicas de un ser humano, las cuales son: (1) La inclusión; (2) el control; y, (3) el afecto. En tal sentido, la Inclusión es la necesidad principal que tiene la persona de asociarse con otras personas.
Por su parte, el Control tiene que ver con el proceso de toma de decisiones que asume un individuo al valorar los niveles de influencia y autoridad que se dan entre las personas; mientras que, el Afecto implica establecer lazos de simpatía, compañerismo, afecto, confianza, respeto y solidaridad entre dos o más personas.
Al valorar las tres necesidades psicológicas básicas de una persona, el terapeuta gestáltico indaga si el paciente ríe o llora, si siente rabia o alegría, si se siente feliz o infeliz y si el éste es capaz de expresar, sin ningún tipo de ataduras, sus deseos, sus ideas y sus pensamientos con coherencia y claridad.
Además, el terapeuta gestáltico observa los gestos, la voz y la tensión muscular del paciente, cuya valoración e interpretación le permiten a éste establecer un plan y, a su vez, definir las estrategias y las técnicas requeridas para abordar el cuadro psicoemocional que presenta el paciente.
Según los postulados de la teoría gestáltica, si el paciente logró desarrollar su estructura psicoemocional sin traumas, establece relaciones adecuadas con las demás personas con las que éste se relaciona, el terapeuta está frente a una persona a la que podrá apoyar con un pronóstico satisfactorio en el corto y/o mediano plazo.
No obstante, si el paciente no logra establecer relaciones adecuadas con otras personas, éste presenta alteraciones de su personalidad, causadas por una Introyección Negativa que sufrió el paciente en su primera infancia, la que le produjo una Deflexión en su estructura psicoemocional.
Por su parte, para la teoría gestáltica la Introyección es un proceso inconsciente mediante el cual una persona internaliza las características, los valores, las ideas o los comportamientos de otras personas o grupos, haciéndolos suyos sin ningún tipo de discernimiento; mientras que, la Deflexión es un mecanismo de defensa personal, a través del cual el sujeto evita el contacto directo con otras personas por los motivos expuestos en el párrafo anterior.
Por ejemplo, la Deflexión se manifiesta cuando una persona no desea tener una confrontación con otra persona, alegando sin justificación o sin esfuerzo alguno, que no está preparada para darle una explicación lógica y convincente, refugiándose en un mecanismo de evitación que muchas veces le causa ansiedad, dolor o sentimientos de culpas.
En tal sentido, si el terapeuta gestáltico observa que el paciente presenta una Deflexión y, también, tiene una autoestima baja, éste deberá compartir con el paciente el cuadro patológico detectado y, a su vez, motivarlo a reconocer el diagnóstico.
Por su parte, una vez el paciente acepta el diagnostico, el terapeuta gestáltico estructura plan y los discute con éste, procediendo a definir las estrategias y técnicas de intervención, cuyo propósito es acompañarlo para éste fortalezca su autoestima y se libere de sus trastornos conductuales y psicoemocionales.
Como hemos visto, el terapeuta Gestalt tiene un arsenal de métodos, técnicas e instrumentos científicos para abordar la forma de pensar y de sentir del paciente, lo que le permite ofrecerle las estrategias y las técnicas necesarias para que éste enfrente sus duelos y/o eventos inconclusos o no resueltos.
En ese contexto, el conocimiento y concientización por parte del paciente de sus duelos y/o eventos inconclusos y no resueltos, lo compromete y lo motiva a asumir la responsabilidad de enfrentar con perspectivas de éxitos sus traumas con el apoyo y el acompañamiento del terapeuta gestáltico.
Según nos consta, la Psicoterapia Gestáltica Conductual se ha utilizado con mucho éxito en el tratamiento de pacientes esquizofrénicos, neuróticos y con psicopatía, según los datos revisados por nosotros previo a estructurar este artículo de opinión.
Finalmente, los conceptos Introyección y Deflexión expuestos en este artículo, son de dominio de los terapeutas gestálticos, quienes los han trabajados con éxito en sus intervenciones. No obstante, dichos conceptos también son conocidos por los Psicólogos, los Neuropsicólogos y los Siquiatras.
“La curiosa paradoja de la vida es que, sólo cuando una persona se acepta tal y como es, entonces está lista para cambiar” (ANONIMO).
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