Nueve hombres han dirigido la Organización de las Naciones Unidas (ONU) desde su fundación en 1945. Sin embargo, el momento actual parece propicio para seleccionar, por primera vez, a una mujer como secretaria general dado que el empoderamiento de la mujer avanza con notoriedad tanto en los gobiernos de las democracias liberales como en las propias organizaciones internacionales.
La ONU, por ejemplo, cuenta con una agencia especializada en temas de género: ONU Mujeres, encargada de desarrollar programas, políticas y normas para defender los derechos humanos de las mujeres y garantizar que todas ellas —y las niñas— alcancen su pleno potencial.
Paradójicamente, la ONU aún no ha designado a una mujer al frente de su secretaría general. De Trygve Halvdan Lie (Noruega) a António Guterres (Portugal), nueve hombres han ocupado el cargo. Es hora de redireccionar la diplomacia multilateral hacia una representación más inclusiva.
Recientemente, hemos sido testigos de avances importantes: diplomáticas han sido electas como presidentas de la Asamblea General. Annalena Baerbock, de Alemania, ocupa actualmente ese cargo, y María Fernanda Espinosa Garcés, de Ecuador, lo desempeñó durante el septuagésimo tercer período de sesiones. En total, cinco mujeres han presidido la Asamblea General. Hemos progresado, pero aún podemos lograr más.
La ONU podría seleccionar a una mujer que no solo culmine la implementación de las reformas más perentorias del sistema, sino que enfrente más efectivamente los retos que trae consigo el siglo XXI: el cambio climático, conflictos armados, propagación de la violencia por actores no estatales, así como el surgimiento de portentos tecnológicos como la inteligencia artificial (IA).
De conformidad con el Capítulo XV, Artículo 97 de la Carta de las Naciones Unidas, en el próximo proceso de selección, posiblemente elegirán a un (a) nuevo (a) secretario (a)-general. Basado en la rotación regional de facto, le correspondería al Grupo Regional de América Latina y el Caribe (GRULAC).
En lo que respecta a la selección de una secretaria general, ya en el anterior proceso de selección, varias mujeres postularon, entre ellas dos distinguidas diplomáticas latinoamericanas, Susana Malcorra, ministra de Relaciones Exteriores y Culto de Argentina y Christiana Figueres (Costa Rica), quien se había desempeñado como Secretaria Ejecutiva para La Convención Marco de las Naciones Unidas sobre el Cambio Climático, (UNFCCC), entre otras.
Aquel proceso culminó con la selección de Antonio Guterres, actual incumbente, siendo así el noveno secretario general de la ONU.
Tomando en consideración el número de mujeres en el proceso anterior, parece que la ONU ha comenzado a dar pasos hacia la selección de su primera secretaria general, ya sea del GRULAC o de otro grupo regional de facto.
Claro está, el proceso de selección es complejo, dado que los candidatos deben contar con el apoyo de los miembros permanentes del Consejo de Seguridad, quienes hacen la ‘recomendación’ a la Asamblea General.
La Asamblea General selecciona al secretario-general. Empero, los candidatos deben contar con el visto bueno de los cinco miembros permanentes, Estados Unidos, Federación Rusa, China, Reino Unido y Francia, quienes tienen derecho al veto y lo ejercen. Tal fue el caso de Boutros Boutros-Ghali (1992-1996), cuya repostulación fue vetada por los Estados Unidos[1].
La candidata ideal deberá dominar el arte de la diplomacia, logrando el apoyo de Estados miembro como Estados Unidos, China y Rusia, sin alinearse excesivamente con ninguno. Ni muy cerca de uno, ni muy lejos de los otros.
Estamos pues, ante la posibilidad que sea una mujer la líder del multilateralismo desde la ONU. De hecho, en ciertos círculos, mencionan nombres, entre ellos, Mia Amor Mottley, primera ministra de Barbados, y Michelle Bachelet, expresidenta de Chile y Alta Comisionada de las Naciones Unidas para los Derechos Humanos (2018-2022).
Otra mujer destacada es la costarricense Rebeca Grynspan, que actualmente se desempeña como la secretaria general de las Naciones Unidas para el Comercio y el Desarrollo (UNCTAD por sus siglas en inglés).
También sobresale otra posible candidata, ella cuenta con vasta experiencia en la diplomacia multilateral; es Alicia Bárcena, Secretaria de Medio Ambiente y Recursos Naturales de México; quien además ha servido dentro del sistema de las Naciones Unidas como Secretaria Ejecutiva de la Comisión Económica para América Latina y el Caribe (CEPAL), entre otras funciones. En fin, tenemos a cuatro mujeres con solidas credenciales y experiencia dentro del sistema.
En retrospectiva, otros dignatarios, incluyendo exmandatarios, han dirigido importantes organismos multilaterales. Javier Pérez de Cuéllar se convirtió en el primer latinoamericano en ocupar el cargo de secretario-general de la ONU; (1982-1991).
Por lo que se atisba, ya sea una mujer u hombre, la selección de la ONU para secretaria (o) general, será una oportunidad para seguir generando cambios sustanciales a lo interno de la organización, entre ellos, una profunda reforma que refleje el equilibrio geopolítico actual con una visión inteligente, firme, femenina y latinoamericana a la altura del siglo XXI.
La esperanza está puesta en que sea una mujer quien lidere los destinos del multilateralismo, haciendo que la ONU sea más relevante “para nosotros, los pueblos de las Naciones Unidas”.
[1] ¿Qué es la ONU? https://eacnur.org/es/actualidad/noticias/eventos/que-es-la-onu-desde-su-creacion-hasta-nuestros-dias
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