“El afán del día no entra en conflicto con dedicar algunos minutos para mejor comprender dónde estamos y qué somos”.

Una teoría científica y, por lo tanto, plenamente probada en su explicación de la realidad en cualquiera de sus ámbitos, generalmente no trasciende más allá de ciertos límites.

Por lo que procede destacar en esta oportunidad de la teoría de la relatividad de Albert Einstein lo mucho que abarca; pero veamos en primer lugar, a partir de los principales problemas que resuelve, en qué consiste.

La teoría de la relatividad fue desarrollada por Einstein en un lapso aproximado de 15 años y concretada en dos publicaciones, la primera de 1905 y la subsiguiente en 1915, con las respectivas denominaciones de teoría especial de relatividad y teoría general de relatividad.

El tiempo y el espacio no son absolutos, sino dimensiones que se transforman según el punto de vista del observador

La teoría de la relatividad aborda la relación entre el espacio, el tiempo, la materia y la energía. De entrada, solo habría que preguntarse qué puede quedar fuera de esos dominios. Demuestra matemáticamente, además avalada por variadas formas de comprobación, que el tiempo y el espacio no son magnitudes absolutas como se creía hasta entonces, sino que dependen del marco de referencia u observador. Además, demuestra que la materia y la energía son equivalentes.

La Teoría Especial de Relatividad se limitó a dar respuesta a esos grandes temas y sus correlaciones a velocidades constantes en relación a un observador; lo que significa que se mantendría constante tanto el valor de la velocidad como su dirección, de ahí la denominación de movimiento rectilíneo uniforme; pero aun con esos límites, la Teoría Especial de Relatividad probó no solo que el espacio y el tiempo no eran absolutos, sino también que, a partir de la equivalencia entre la materia y la energía, probara la existencia de la antimateria, junto al más profundo conocimiento del mundo subatómico.

Con la Teoría General de Relatividad sin la restricción correspondiente al movimiento rectilíneo uniforme, incorporando así los efectos del cambio de velocidad -aceleración- y la gravedad, se han logrado las más precisas respuestas al comportamiento del universo hasta su vastedad , partiendo de enfoques de ruptura como el que la gravedad no es una fuerza sino una distorsión de la geometría de llamado espacio-tiempo; fundamentando la profunda comprensión respecto al origen del universo; lo mismo que de fascinantes fenómenos como los agujeros negros resultado de estrellas que colapsan ante su propia gravedad y así una inmensa cantidad de materia pasa a ocupar  un reducido espacio y elevadísima densidad.

Desde el mundo subatómico hasta la vastedad del universo. Una teoría científica impresionantemente abarcadora: La relatividad.

Ramón Morrison

Consultor en Desarrollo Organizacional

Profesor de ciencias de primaria, secundaria y universitario ya jubilado, con la misma pasión de entonces.

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