El 16 de julio nos genera sentimiento de regocijo, pues en un día como ese abandonaron el país las tropas estadounidenses que participaron en la Primera Intervención de USA a nuestro país. Por otro lado, el 17 de julio genera de amargura porque en un día como ese asesinaron al prestante ciudadano Ramón Marrero Aristy que se destacó como literato, historiador y guncionario público, que llamó la atención de Trujillo cuando logró terminar pacíficamente la huelga de los trabajadores azucareros que ocurrió en la década de los 40 del siglo XX.

Marrero Aristy se dio a conocer como intelectual por su famoso libro “Over” describiendo el maltrato que recibían los trabajadores de la industria azucarera a quienes se les aplicaba un “Over” reduciéndoles sus ingresos y, también se les aplicaba  un “Over” o sobreprecio a los artículos que compraban. El nombre Marrero se pronunciaba frecuentemente en mi casa desde mi niñez, porque en un corto periodo que mi padre vivió en San Pedro de Macorís concertó amistades con destacadas personas en todo tipo de actividades y, entre ellos se encontraba el intelectual Marrero Aristy.

Marrero murió asesinado víctima de una trama que podría haber sido el guion de una película de Hollywood. El capítulo inicial de esa trama ocurrió con la expedición antitrujillista del 14 de Junio que se realizó por Constanza, Maimón y Estero Hondo. Trujillo estaba inquieto porque internacionalmente se divulgaba la información de que un mes después de la invasión sus fuerzas militares no habían podido triunfar totalmente en contra de los expedicionarios. Para Trujillo eso era un síntoma de debilidad que ponía en duda la fortaleza de su régimen. Ante esa situación un ideólogo del gobierno indicó que era necesario hacer contacto con algún periódico de prestigio internacional para que enviara emisarios al país para que se constatara que todos los expedicionarios habían sido muertos o apresados. Por tal razón, Trujillo le pidió a Marrero que hiciera contacto con algún medio internacional para constatar en el lugar de los hechos que todos los expedicionarios habían sido muertos o apresados. Cumpliendo esa misión, Marrero llamó al The New York Times e hizo contacto con su amigo Tad Szulzt para que viajara al país y evaluara la situación militar de los expedicionarios. Cumpliendo esa petición, Szulzt escribió un artículo en The New York Times explicando que sin ningún tipo de duda los militares de Trujillo habían sojuzgado completamente a los expedicionarios. Con ese relato se reconocía internacionalmente la fortaleza del régimen. Sin embargo, la alegría de Trujillo duró poco porque en el mismo The New York Times el 12 de julio se publicó un artículo que relataba que Trujillo era un gobernante inclemente que se apropiaba de todas las riquezas del país mientras la población carecía de buena alimentación, vestuario y medicinas cuando Trujillo se enteró del contenido de ese artículo llamó a Marrero a su despacho y le sacó en cara que era un traidor. Vargas Llosa en su novela “La fiesta del chivo” reporta la falsedad de que en esa ocasión Guarionex Estrella miembro de los ayudantes militares de Trujillo le disparó a Marrero y lo mató en el propio despacho de Trujillo. Es de suponer que ese incidente fue suministrado a Vargas Llosa por algún trujillista que buscaba, con esa falacia, ensombrecer la imagen histórica de la familia Estrella, puesto que Guarionex es hermano del héroe nacional Salvador Estrella Sadhala  que puso en riesgo su vida participando la noche del 30 de mayo en el ajusticiamiento de Trujillo. Desmintiendo el relato falso de Vargas Llosa, el escritor Virgilio Diaz Grullon, quien era secretario particular de Trujillo y que tenía su oficina al lado de la oficina de Trujillo -solo separada por un pequeña puerta revolvente-, fue el único testigo que vio y escuchó lo que realmente ocurrió en el despacho: Trujillo le dijo a Marrero “Lárguese de aquí y no vuelva porque no quiero ver a traidores en mi despacho”. Marrero salió vivo e ileso del despacho de Trujillo. Ese fue el presagio para que Trujillo ordenara el asesinato de Marrero, cuyo cuerpo junto al de su chofer apareció, ambos carbonizado dentro de un vehículo que supuestamente se derricó por una carretera cercana a Constanza.

Eulogio Santaella

Ingeniero

Ingeniero. Fue administrador del Consejo Estatal del Azúcar y embajador en Washington. Profesor universitario. Empresario.

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