Donde viven y juegan niños, cruzan veloces motores, carros y camiones. Nuestras calles se preocupan tanto por sus vidas que el asfalto se rompe y brotan unos chichones: los policías acostados. Abundan en las cercanías de centro educativos.

En otras sociedades, basta un cartel estipulando las horas de velocidad reducida. Muchas veces colocan una luz intermitente y con eso basta, porque hay civismo y su falta se sanciona ejemplarmente.

¿Por qué brotan esos irritantes furúnculos de cemento en nuestras urbanizaciones? Nos falta civismo; conciencia de que todos los niños son hijos nuestros. Tampoco habría agentes suficientes para cuidar cada calle. Y, más triste, donde hay agentes, ellos contemplan indiferentes las diabluras de los conductores como algo que no les concierne.

Hace poco, El Caribe publicaba un brillante artículo de Julissa Céspedes (“RD se mueve, pero para dónde.”) La destacada comunicadora señalaba cómo ya existen las leyes para regular el tránsito, pero ¡no se exigen!

Y como no somos capaces de sancionar a los violadores de la ley y de las normas más elementales de convivencia, ¡los policías acostados nos sancionan a todos, todos los días, a toda hora!

El policía acostado brota de la calle y de la desesperación. Todo policía acostado nos detiene para que reflexionemos cuánto civismo nos falta como sociedad, luego nos eleva momentáneamente hacia el cielo para ahorrarnos el viaje hacia allá antes de la cuenta, finalmente nos deja caer para que choquemos contra la calle como si nos dijera: — ¡encárguense del problema y resuélvanlo! –.

Policía acostado, aviso perenne a choferes delincuentes y sólida interpelación a una justicia durmiente.

Manuel Maza Miquel, sj

Sacerdote

Manuel Pablo Maza Miquel, S.J. (La Habana, 1945). Ph.D en Historia de América Latina, Georgetown University (1987). Lic. en Teología Fundamental, Universidad Gregoriana (1975). Lic. en Estudios Clásicos, Fordham University (1967). Conoce RD desde 1967. Sirvió en la parroquia de Los Guandules (1977–1984). Profesor en PUCMM desde 1987 y en el Instituto Superior Pedro Francisco Bonó (1987 –2012). Ha publicado 6 libros sobre Iglesia y Sociedad en Cuba, 2 sobre Historia de la Iglesia Católica y otros 12 sobre espiritualidad, temas juveniles y cuentos navideños. Publica en los periódicos Listín Diario, Hoy y Camino. Con la PUCMM ofrece cursos virtuales de Historia y Teología.

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