La congestión vehicular en los municipios del Gran Santo Domingo (GSD) y el Distrito Nacional (DN) radican, de alguna manera, en el crecimiento urbanístico y poblacional. Y es que, al aumentar los complejos habitacionales con proyectos de edificaciones de viviendas en los municipios del Gran Santo Domingo, se incrementa el parque vehicular que es una de las razones que hacen que cada día ocurran tapones en las salidas y entradas de los municipios de la capital.
En Santo Domingo Norte (SDN) se han recibido a miles de familias que vinieron a vivir a proyectos departamentales que no contemplan escuelas, hospitales y otras oficinas de servicios sociales. Son esas mismas familias las que cada mañana tienen que llevar a sus hijos estudiantes a centros educativos ubicados en el Distrito Nacional. Y de igual manera, las familias que salen cada mañana en busca de servicios públicos y privados.
Es un proceso creciente y en espiral que, de manera sostenida, tiene su origen en la construcción y ventas de apartamentos en los municipios este, oeste, norte y D.N.; localidades donde la falta de infraestructuras de servicios públicos y privados de salud, educación, obtención de documentos personales, iglesias y otras oficinas públicas obligan a miembros de esas comunidades a moverse de un lugar a otro cada mañana.
El crecimiento urbanístico que experimenta SDN, con los majestuosos proyectos habitacionales, no puede seguir apartado de las políticas públicas que proyecten un adecuado ordenamiento territorial. El ordenamiento territorial contempla todos los detalles urbanos que garanticen el vivir en un lugar con la mayoría de los servicios esenciales incluidos; hasta las fuentes de trabajo se facilitan para evitar los grandes desplazamientos de trabajadores en horas pico.
El problema del tránsito vehicular que confrontan los municipios del GSD tiene que ver con ese aumento poblacional que ocurre debido a los proyectos de apartamentos que en los últimos años se han construidos en esas zonas, y que se enfocan en viviendas sin invertir en otras infraestructuras de servicios que hagan que los ciudadanos permanezcan en sus municipios con los servicios necesarios disponibles.
Un solo proyecto de apartamentos implica una demanda de servicios de casi mil familias, con un estimado de cinco mil personas, de las cuales un porcentaje considerable tendrán que inscribirse en alguna escuela, liceo, universidad, instituto e ir a algún centro comercial, acudir a hospitales, destacamento policial, oficina judicial o de emisión de documentos, iglesias, en fin, demandar servicios que al no tenerlo cerca se verá forzado a buscarlo fuera de su entorno.
Estas son las personas que, al desplazarse a la ciudad, embotellan las principales vías de entradas y salidas de los municipios. En Santo Domingo Norte, para citar un lugar que conozco, la mayoría de los proyectos habitacionales de la avenida Jacobo Majluta y Charles de Gaulle no contemplan espacios con servicios públicos. En toda la capital, los diseñadores de proyectos solo se ocupan de preparar apartamentos que al ser vendidos sobre cargan el parqueo vehicular y sobrepoblan la zona afectando la fluidez vehicular del municipio y la capital.
El problema se resuelve acordando con las compañías constructoras, gobiernos locales y central la implementación real y efectiva de las políticas de urbanización y desarrollo habitacional, para que estos sean integrales y ayuden a quitar esa carga que la capital viene soportando como resultado de un urbanismo con bajos niveles de planificación.
Aunque sabemos que el problema de los trancones del tránsito es sistémico y multicausal; si esas mil familias que deciden vivir en SDN u otra zona tuvieran esos servicios contemplados, pues la ciudad fuera otra y estuviera libre de tapones. Igual los centros de trabajos localizados en la zona donde residan.
Lo correcto sería que cada proyecto contemple lo necesario para que la gente no tenga que salir de su espacio de residencia, o de tenerlo que pueda ser hacer uso de servicios en su municipio. Los proyectos de departamentos deben contemplar: parques, escuelas, hospitales o centros municipales de salud, oficinas públicas, etc… Esto hay que acordarlo con las compañías constructoras.
“El ordenamiento territorial es un proceso público y político que busca organizar el territorio de manera sostenible, considerando sus características físicas, ambientales, económicas y sociales”. El ordenamiento territorial es organizar y no contribuye al caos.
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