Hasta hace poco yo pensaba que el Código Penal podía ser aprobado sin las tres causales, pero observo que eso será muy difícil por no decir imposible.

Ese tema tiene enfrentados dos sectores con discursos irreconciliables y ambos tienen mucho poder de incidencia. Lo que pienso es que nos saldrán canas y el código no se aprobará, el que tenemos seguirá durmiendo el sueño eterno.

Al menos yo me doy por vencido, aunque a ustedes les resulte extraño, pero lo que he visto ahora no me deja otra alternativa, el código no va. Yeni Berenice se reunió con los senadores señalándoles 124 observaciones, cosa que no entendí porque cuando estaba Miriam Germán se llegó a aprobar y también pasó lo mismo ella fue, se reunió con los congresistas y la pieza fue devuelta.

Si se aprueba sin las tres causales aparecen decenas de errores del código que ralentiza la aprobación y hace devolver lo que se haya aprobado y si lo aprueban con las tres causales veremos las Iglesias marchar. Mi conclusión es que las tres causales van o no hay código.

Ahora bien, la discusión sobre las tres causales y los puntos negativos impide ver otras cosas de este código.

El nuevo texto penal incluye una lista ampliada de delitos y sanciones, entre ellos: genocidio, feminicidio, desaparición forzada, sicariato, tratos crueles, violencia sexual no consentida, hostigamiento, daños con sustancias nocivas, así como infracciones por medios digitales, terrorismo, tortura, arresto ilegal, crímenes de lesa humanidad, robo de identidad, inducción al suicidio, corrupción administrativa y bullying.

Asimismo, se establece el cúmulo de penas para personas condenadas por múltiples delitos, con un tope máximo de 60 años de prisión.

Así como ha cosas negativas en él, hay muchos avances en materia de derechos, pero es posible que nos den el día del juicio final por la tarde y no tengamos código.

Rafael Alvarez de los Santos

Escritor y educador

Escritor y educador. Autor de las obras, Vivencias en broma y en serio y La Sociedad de la Nada. Twitter: @locutor34 Facebook: vivencias en broma y en serio

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