Hace solo algunos días noticias internacionales giraban en torno a conflictos a partir de la posibilidad o no para que otro país desarrollara bombas atómicas; pero más dramático aun, hace menos de dos meses que dos países vecinos con bombas atómicas en su arsenal tuvieron intensas confrontaciones militares.
Se trata en el primer caso de Israel e Irán; en el segundo, India y Pakistán. No se queda ahí pues son varios los países en el mundo que ya tienen bombas atómicas.
Desde la racionalidad de la ciencia y la tecnología ¿Como se ha llegado a esa tan riesgosa irracionalidad?
Son cuatro las fuerzas fundamentales de la naturaleza: gravitacional, electromagnética, fuerza nuclear débil y fuerza nuclear fuerte.
Las fuerzas nucleares contenidas en los núcleos de los átomos se conjugan para desatar los efectos destructivos más descomunales (los que ahora abordamos) o ser orientadas en sus efectos más positivos para una amplia producción de energía y otros como muy valiosos servicios médicos.
Entre las opciones del uso destructivo resalta la proveniente del átomo llamado uranio. El uranio tiene 92 electrones que “orbitan” su núcleo atómico formado a su vez por 92 protones, además con un número de neutrones en su núcleo (generalmente de 143 a 146) que tiende a diferir ligeramente, a cuyas variantes se les llama isótopos.
La cantidad relativamente grande de protones y neutrones en el núcleo atómico del uranio hace que sea un átomo inestable emitiendo radiaciones; en los casos de emisión de neutrones estos tienden a impactar a otros núcleos de la muestra de uranio, provocando entonces la llamada reacción en cadena que al romper sucesivamente los núcleos de los demás átomos de la muestra puede liberar las descomunales cantidades de energía acumuladas en los núcleos.
Los isótopos del uranio más presentes en la naturaleza son el U-238 en un 99% y el U-235 en menos de un 1%; pero es ese último que tiene la característica de ser fisionable, es decir de desarrollar la reacción en cadena. Por lo que se requiere un proceso llamado de enriquecimiento del uranio, que consiste en el empleo de técnicas que permiten aumentar la proporción de U-235; suficiente hasta en menos del 10% para la producción de energía eléctrica y que en más del 90% es la base de la tan temida por terrible bomba atómica.
De qué manera desde las bombas atómicas lanzadas por Estados Unidos en Hiroshima y Nagasaki en el año 1945 con la pérdida de más de 200 mil vidas humanas, ha devenido en la actualidad el riesgo nuclear en real peligro de aniquilación.
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