Es un hecho el que la Unión Europea se agrieta al revertirse las sanciones imuestas a Rusia, prácticamente se han dividido y prima la intención de continuar comprando el gas y el petróleo a Rusia aceptando sus condiciones. Rusia, además, exige el pago en rublos de los demás productos de exportación en todo el espectro comercial como cereales, carbón, metales, químicos, fertilizantes, etc.
Ahora la Unión Europea valora la posibilidad de retirar las sanciones a cambio de la “normalización“ de las ventas como era antes de la guerra, pero Putin tiene la sartén por el mango y no debe transigir. Por el contrario, la condición de Putin deberá ser venderle sus productos a cambio de que dejen de armar a Ucrania; esta es la carta que Putin tiene para doblegar la prepotencia y arrogancia de la UE, que de hacerlo provocará un enfrentamiento entre los países europeos y los EEUU e Inglaterra en el seno de la OTAN.
En estos momentos, el presidente Putin está en su mejor momento para someter a la Unión Europea y, con esta medida, puede detener el suministro de armas a Ucrania y hacerle la encomienda más fácil al ejército ruso y las milicias del Donbass.
Putin sabe que no puede alargar esta guerra y para ello debe utilizar toda la fuerza política, económica y militar que tiene ahora para terminarla con una victoria contundente anexando todo el Donbass hasta Odessa en lo que una vez se llamó “la nueva Rusia“.
Luego de la consolidación de esa anexión o recuperación, los cañones deberán apuntar hacia Kiev para poder desmontar el actual engranaje gubernamental y militar gobernante y así desmilitarizar y desnazificar a Ucrania para convertirla en un Estado neutral. Este objetivo puede conseguirse o por las malas o por las buenas. Por las malas, ya la conocemos, por las buenas será en base a negociación entre los EEUU y Europa con Rusia. Claro está que esta fórmula encontrará oposición de los alcones de Washington que se benefician con el negocio de la venta de armas y que financiaron la campaña electoral de Biden. Ya en el Senado yankee se empiezan a oir voces que están en desacuerdo con el envío de más armas a Ucrania, en otras palabras y llevándolas a nuestro lenguaje callejero, Putin le ha armado un rebú tanto en la UE como en el Senado de los EEUU.
La rendición de los militares ucranianos y batallones Azov de la planta metalúrgica de Mariúpol marca claramente las intenciones rusas con respecto al desarme y la desnazificación de Ucrania, lo que indica que la victoria militar deberá estar acompañada de una desarticulación y desarme del actual ejército de Ucrania con la instalación de un gobierno claramente pro-ruso. Sobre la suerte del payaso de Volodimir Zelenski, el mismo Putin declaró que irá por él, pero en otro momento. Cuál será el momento, solo lo sabe Putin, mientras, el individuo se mantiene en constante movimiento entre Ucrania cerca de la frontera polaca, Polonia e Inglaterra. Aunque es entendible que poca importancia tiene su captura, una vez Putin obtenga sus objetivos militares y políticos.
Solo el devenir de los acontecimientos nos dirá si estamos equivocados o no.