El arancel del 10% a las exportaciones de República Dominicana anunciado por el presidente Trump es perjudicial, aunque neutro mientras ese mismo 10% se aplique a los demás países del DR-CAFTA (violando el tratado).
Ahora resulta que ese de 10% sería universal, exceptuando a China. O sea, que países penalizados con aranceles sobre el 10% entran en pausa por 90 días.
Es incomprensible que Estados Unidos, cuyas exportaciones al país duplican las importaciones, nos penalice con ese arancel. El DR-CAFTA puede replicar, pero dudo que lo haga.
¿Cuál debe ser la respuesta de R.D.? La mejor estrategia que debe adoptar nuestro pais está en diversificar sus mercados y agregar valor para aumentar su competitividad. Al reducir los costos operativos (incluyendo un petróleo más barato) se puede absorber parte del arancel sin afectar mucho el precio final. Nuestra cadena de suministro es ineficiente y se puede mejorar sustancialmente.
En cuanto al sector agropecuario, hay que hacer algo urgente para poner todas las tierras abandonadas en producción, con tecnología avanzada, criterio empresarial y financiamiento.
Además, veremos muchos inversionistas buscando países cercanos a Estados Unidos para instalar sus empresas y seguir compitiendo, donde R.D. es una de las mejores opciones.
Y estar atentos por si otros países que compiten con nosotros deciden subsidiar u ofrecer facilidades financieras a sus exportadores.
¿Quiénes serán los mayores perdedores? Los consumidores estadounidenses que pagaran un mayor precio por una gran cantidad de bienes importados que difícilmente pueden sustituirse internamente.
Trump confía que sus medidas revivirán la economía de su pais reduciendo el déficit comercial y el gasto público, que complementará con un fuerte recorte de impuesto que anunciará próximamente para aumentar la inversión privada. Pero también puede disparar la inflación, frenar el crecimiento y aumentar el desempleo en el corto plazo que nos afectaría mucho más que el arancel.
El impacto inmediato fue un desplome brutal de las bolsas alrededor del mundo, el dólar perdiendo valor y los rendimientos de los bonos subiendo, con su consecuente efecto colateral en el sistema financiero. Eso obligó a Trump a pausar los aranceles sobre el 10%, mejorando los índices bursátiles.
El presidente de la FED lo advirtió: Entramos en terreno minado con amenaza de una posible recesión. Otros economistas con premios nobel coinciden en esta apreciación.
¿Quiénes serán los mayores ganadores? Rusia, ya sancionada, que ve una economía europea en decadencia y distanciada de Estados Unidos, abriéndose camino para expandir sus dominios en Ucrania con el beneplácito de Trump. China, con su poder tecnológico y competitividad, ampliando su influencia comercial y política con el resto del mundo y respondiendo con energía igualando los aranceles de Trump. Y las focas y pingüinos de una isla deshabitada, que están muerto de risas.
Finalmente, si el proteccionismo se expande a todo el mundo, nosotros debemos proteger nuestras empresas, aunque da pena decirlo después de superar esa etapa hace más de 30 años.
Por ejemplo, todo tipo de producto que es hecho en R.D. pero también se importan, deben pagar un mayor arancel. Por ejemplo, el arroz, quesos y embutidos, productos semiprocesados, frutas y vegetales y derivados lácteos que inundan nuestros mercados. De lo contrario, caeríamos en una situación muy complicada por el aumento de la brecha comercial ya de por sí muy deficitaria.
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