Un aspecto crucial que emerge con la incorporación de la asignatura de Moral y Cívica en el currículo de las escuelas dominicanas es cuál será su enfoque y quiénes serán sus docentes.

Los pertenecientes a la generación X recordaran que, en muchas escuelas dominicanas, el profesor de Moral y Cívica podía ser cualquiera de los profesores del plantel, incluyendo el profesor de ciencias, quien aprovechaba el horario de la extinta asignatura para completar las horas lectivas de la clase de física o química y solucionaba la calificación de Moral y Cívica asignando “un trabajo”.

La moral es el objeto de estudio de la ética, una rama de la filosofía. Por tanto, desde el punto de vista disciplinar, su enseñanza es competencia de los filósofos profesionales, de manera específica, los filósofos morales o profesores de Ética, llamados a guiar los espacios de reflexión crítica sobre los principios que orientan nuestras decisiones y acciones morales.

Sin embargo, la filosofía fue excluida de los planes de estudio hace décadas y no se ha atendido a las llamadas de atención que han realizado durante años la Comisión Nacional para la UNESCO en República Dominicana, la Escuela de Filosofía de la Universidad Autónoma de Santo Domingo, la Asociación Dominicana de Filosofía, el Instituto Filosófico Pedro Francisco Bonó, así como la Comisión de Filosofía y Epistemología de la Academia de Ciencias de la Republica Dominicana para que sea reincorporada en el currículo dominicano, como lo expone la Declaración de París a favor de la Filosofía (UNESCO, 1995) https://redfilosofia.es/blog/2013/02/22/declaracion-de-paris-a-favor-de-la-filosofia-unesco-1995/) y la Declaración de Santo Domingo (2009).

Esta situación ha propiciado un entorno poco propicio para la capacitación de jóvenes en la enseñanza profesional de la Ética, la Moral y Cívica o la Ética Ciudadana. Carentes del personal con el perfil profesional para su enseñanza, ¿quiénes serán los docentes? Suponiendo que fueran profesores de ciencias sociales, su mirada sería la propia del enfoque que delimita cada disciplina social (la sociología, el derecho, o la antropología) no abundando en nuestro país el científico social con vocación filosófica. Por tanto, se impone una pausa reflexiva y la creación de espacios de colaboración con las instituciones anteriormente señaladas, así como con otras organizaciones de la sociedad civil relacionadas con la problemática, para ver qué estrategias pueden diseñarse para amortiguar los daños de esta situación.

Lo que si abunda, producto de nuestra cultura autoritaria y la educación acrítica que ha caracterizado nuestra historia, es una concepción preceptiva de la ética que la reduce a un conjunto de mandatos o “normas de buena conducta”. En otras palabras, una concepción homogeneizante de la vida y de la sociedad que no somete a crítica sus principios y los asume como verdades divinas que deben preservarse para evitar la disolución del orden social y formar milicianos de la “Patria amenazada”.

Esta actitud no cuida del presente, se atrinchera en una absurda veneración de un pasado idealizado; no permite amar “la tierra”, como el espacio donde participamos de múltiples formas para cohabitar en una comunidad proyectados hacia el futuro; ni permite formar una ciudadanía democrática pues se procura educar para obedecer, no para pensar.

Leonardo Díaz

Filósofo y ensayista

Doctor en Filosofía. Presidente de la Asociación Dominicana de Filosofía. Premio Nacional de Ensayo Científico (2014). Premio de Ensayo Pedro Francisco Bono (2012). Conductor del podcast de filosofía Conversaciones de la caverna y del programa De Ética TV. Miembro de Número de la Academia de Ciencias de la República Dominicana por la Comisión de Filosofía y Epistemología. Secretario de la Red Iberoamericana de Filosofía. Profesor Titular de la Carrera Nacional de Investigadores. Autor de Reflexiones filosóficas. Artículos de ética, política y filosofía (2018); Las tensiones de Thomas Kuhn: Una perspectiva crítica para los estudios sociales y culturales de la ciencia (2014); La filosofía y los espacios de la libertad (2012), así como de diversos artículos publicados en revistas especializadas nacionales e internacionales. (leonardodiazsd@gmail.com).

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