En el artículo anterior estuvimos reflexionando sobre los antivalores que se manifiestan en nuestra sociedad en diferentes contextos sociales, haciendo énfasis en lo laboral, situación que repercute en el pobre desempeño de algunas instituciones tanto públicas como privadas.
El nepotismo, por ejemplo, es definido como el grado de parentesco que permite a algunos trabajadores en empresas o empleos públicos recibir un trato preferencial. Son quienes ocupan puestos de trabajo en que hacen falta otros atributos que los “elegidos” no poseen, dejando la ocupación de esos puestos a profesionales incompetentes.
“El quítate tú, pa ponerme yo” este antivalor es originado por el fraude en donde también se verá evidenciado la falta de competencia, se ve mucho en posiciones políticas partidistas y de ideologías, aunque también se puede observar en otros contextos en donde se aprovecha el uso del poder, para quitarte el derecho ganado a nivel laboral, escolar, deportivo, incluso hay quienes afirman que se ve hasta en las iglesias.
A nivel laboral conocemos de experiencias cercanas de concursos para puestos de gran relevancia nacional, en lo que ha primado la presión de sectores de poder en la escogencia de candidatos no competentes o han boicoteado a los ganadores para que los mismos tengan que renunciar del puesto que han logrado.
Siguiendo con lo laboral, en el plano agrícola y de la construcción, vemos como la falta de trabajo origina otro antivalor que es la “explotación del disponible”. Quien está necesitado del sustento económico “de comer”, tiene que trabajar para subsistir, incrementando una deserción de los predios rurales, hoy los jóvenes dominicanos no quieren trabajar en los predios agrícolas ni de la construcción.
En el plano deportivo son muchas las irregularidades que se observan en la selección de los atletas y más en deportes en los cuales, el individuo depende de la decisión de un tercero, que pudiera favorecer a un determinado club. En el naciente fervor del futbol en nuestro país se ha observado esta situación.
A nivel de derecho de autor también se ha incrementado la usurpación de trabajos académicos y profesionales. Ello hace que aparezcan como “originales” los plagios y que se entronice la cultura del “corta y pega” por lo que se recibe un reconocimiento o tal vez un salario sin la debida autoría.
A nivel de las redes sociales se podría estar incrementando otro antivalor, el anonimato, el ocultarse tras un pseudónimo en las redes sociales o grupos de opinión sobre alguna problemática política y social y opinar despectivamente sobre algo o alguien de forma anónima. Con este antivalor se pueden estar refrendando la cobardía, la inseguridad y la falta de transparencia en el actuar y también el acceso e interés morboso en la vida privada de otras personas.
Por último, queremos destacar un antivalor creciente el individualismo, es el antivalor de no reconocer el trabajo de un equipo en el que todos los integrantes se consideren importantes en la consecución de un resultado final y que trae como resultado que solo sean favorecidos algunos. Es una práctica que no permite que el reconocimiento sea del equipo en pleno, independientemente que sean los directivos quienes lo reciban, pero no en meras palabras, sino en hechos, lo cual genera otro antivalor que son los privilegios de unos pocos.
Hasta la próxima entrega.