Con Gaza en el corazón.
Por el fin del genocidio del pueblo palestino

Si analizamos la realidad, la verdad y la mentira son un constructo de la moral de los principios éticos de los ciudadanos, pero el matiz cambia cuando analizamos el pensamiento y la percepción de los enfermos mentales. Es bien sabido que el curso y el contenido del pensamiento principalmente en los trastornos mentales graves están alterados, su verdad no es real, pero la viven como si lo fuera, están convencidos de que son hechos reales y actúan en consecuencia. No son malas personas o personas mentirosas, sino enfermas, muy enfermas, que tienen una distorsión de la percepción de la realidad y la verdad para ellos cobra otro matiz.

Por ello, el valor de la verdad y el enjuiciamiento de la mentira son relativos en salud mental. Todo parte de un pensamiento patológico construido e individual que no existe, que no tiene lógica, que no tiene secuencia o, si la tiene, el contenido es extravagante, solo existe en su cabeza y con ese prisma distorsionado se relacionan con el mundo. Su funcionalidad o ruptura con la realidad a una realidad paralela e inexistente va a depender de la intensidad de esas percepciones y de esos pensamientos; la mayoría de las veces por desgracia pasa totalmente desapercibida.

Podríamos decir que el mundo de la psiquiatría es un mundo de mentiras posiblemente o de verdades distorsionadas, como dejó escrito el eminente profesional y maestro Dr. Carlos Castilla del Pino en su prólogo del libro Análisis del discurso psicótico, escrito por Antonio Díez Patricio. Castilla del Pino explicó múltiples aspectos e incluso dio importancia a los silencios o el vacío de contenido y el análisis abarca  desde la secuencia la congruencia de esa mentira que se cree verdad y la capacidad reflexiva de quien la dice. Todo es tan subjetivo como en el mundo de los sanos, la verdad, muchas veces por convicción o por los hechos, varía en función de cómo y quién la diga.

En el mundo de la filosofía los debates relacionados con el constructo del pensamiento real o irreal y cómo construimos la verdad o cómo desvelamos la mentira es complicado. Han corrido “ríos de tinta” acerca de cómo y porqué se construye o se crea un discurso, que es el reflejo del pensamiento. El relato coherente está completamente lleno de mentiras, pero para quien las cuenta son verdades personales, verdades interesadas en busca de un beneficio personal.

Los enfermos mentales con serios trastornos en su autopercepción y en la percepción del mundo que les rodea, están llenas de verdades personales que no son reales.

El mundo de la psicosis y el pensamiento del enfermo mental es una fuente de información importante fundamental es entrar en un mundo de mentiras profundas es intentar convertirlas en verdad, traer ese pensamiento disociado de la realidad a la lógica, tal vez dolorosa de la realidad, es parte de la conformación del diagnóstico y la forma de intentar sanar tanta confusión y sufrimiento que produce en las personas gravemente enfermas.

Clara Melanie Zaglul Zaiter

Doctora en Psiquiatría

Resido en Madrid de forma permanente desde 1999. Actualmente trabajo como Médica en la Consejería de Asuntos Sociales y Familia (COMUNIDAD AUTONOMA DE MADRID). Formada como Médica en UNIBE promoción 1996. Doctorada en Psiquiatría por la Universidad Complutense de Madrid 2001. Alumna del Doctor Juan José López Ibor y Juan Coullaut Jáuregui. Desde la Psiquiatría paso al estudio de la Demencia y el Deterioro Cognitivo Precoz. Experiencia profesional en el área de Demencias sector asistencial en grandes dependiente para las actividades básicas de la vida diaria por más de 20 años.

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