La Laguna de Rincón, ubicada en la provincia de Barahona, es uno de los humedales más importantes de la región Enriquillo, la cual ha sido, mediante la pesca la fuente más importante de proteínas para las poblaciones del suroeste. Su historia reciente refleja la vulnerabilidad de los ecosistemas frente a fenómenos naturales y a la desidia de los organismos institucionales encargados del manejo del agua en el país. Hoy día se hace urgente, debido a su sedimentación, el diseñar planes para el rescate y el manejo sostenible de la misma.

El impacto de las tormentas Noel y Olga

Después del paso de las tormentas Noel y Olga, a finales de 2007, el dique del canal Trujillo colapsó, permitiendo que el río Yaque del Sur vertiera sus aguas directamente en la Laguna de Rincón, el desfogue se prolongó por más de año y medio, generando un flujo constante que alimentó la laguna y, posteriormente, al Lago Enriquillo, el cual en esa época aumentó el nivel de sus aguas excesivamente.

El resultado inmediato fue un acelerado proceso de sedimentación. La gran cantidad de sedimentos arrastrados por el río fue depositada en el lecho de la laguna, reduciendo su profundidad y alterando su equilibrio hídrico y ecológico de la misma.

Una visión de manejo sostenible

Geológicamente, el destino de todo lago o laguna es convertirse, con el paso del tiempo, en un valle. Este proceso natural ocurre por la acumulación progresiva de sedimentos que rellenan su cuenca. La Laguna de Rincón ya muestra signos de esta transformación acelerada, lo que hace más urgente la implementación de medidas de conservación y manejo.

Pese a los daños sufridos y a la sedimentación, la Laguna de Rincón conserva un enorme potencial para convertirse en un reservorio estratégico de agua para riego. Especialistas sostienen que, si se realiza un dragado adecuado, y con el material extraído se construye un muro periférico, la laguna podría incrementar su capacidad de almacenamiento de agua y funcionar como un embalse de agua para riego, con el que se podría lavar los suelos salinos de la Hoya del Lago Enriquillo aumentándose el área de tierras agrícolas, en las provincias de Barahona, Bahoruco e Independencia, beneficiándose a las comunidades agrícolas de la región.

Conclusión

La Laguna de Rincón es un cuerpo de agua que guarda memoria de los impactos ambientales recientes y de la resiliencia de la naturaleza. En la actualidad se hace necesario el diseño de un plan hidrológico de la cuenca baja del rio Yaque del Sur, que tome en cuenta el impacto ambiental de la Presa de Monte Grande y la realidad de la sedimentación de la Laguna de Rincón y el Lago Enriquillo, si queremos seguir contando en el futuro con ambos humedales. Para el ordenamiento hidrológico de la cuenca baja del Yaque del sur se requiere de voluntad política, inversión y manejo técnico adecuado; de no aplicarse dicho plan la zona podría convertirse, a mediano plazo, en un desastre ecológico de grandes magnitudes que haría desaparecer los cuerpos de agua clave para el desarrollo agrícola sostenible de la región Enriquillo.

Benjamín Toral Fernández

Ingeniero Agrónomo

Investigador Asistente del Programa Café del IDIAF República Dominicana.

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