La semana pasada escribí mi trabajo sobre el drama de la renta en Estados Unidos, país íntimamente relacionado con la República Dominicana por razones que no hay necesidad de explicar.
Sin embargo, tanto la inflación como la renta se están produciendo en todos los países, destacándose, de manera más evidente, por asuntos sociológicos, en los países llamados desarrollados.
Todos los países del mundo están afectados por esos dos fenómenos que impactan de manera negativa en los ciudadanos de todos los continentes.
En el caso de España, la inflación y el pago de la renta se han convertido en un problema, no solamente central de la vida de los ciudadanos, sino en un elemento también perturbador para las personas.
Pero igualmente esta realidad se está produciendo en Tokio y en París; podemos incluir a Alemania y todas las naciones de las grandes economías.
El fondo del asunto, más allá de la pandemia y los costos de producción, está en el egoísmo de los seres humanos y en la falta de justicia social.
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