-Porque: La vida es cruel y para vivirla, hay que mantener una cruel defensa de tus derechos.
-Por más que saltes y brinques,
todo en esta vida viene con una
fecha de caducidad.

Reconozco, que en medio de esta situación en la que vivimos, cada vez que un político, ya sea civil, militar o policía, nos habla para prometer hacer alguna reforma, o modernizar algo relacionado con el Estado, no es el rostro inspirador de algún personaje ilustre y creíble el que vemos, si no, el rostro exoftálmico del famoso Doctor Merengue.

En cambio, en mi consideración sobre los temas militares, policiales o políticos -sí, porque por igual lo conozco tanto o mejor que muchos de esos que se las dan de duchos en eso-, temas considerados en demasía -porque lo son- delicados, no hay ningún tipo de improvisación o conjetura, más bien, es el producto claro de algún tipo de análisis interno que los plasmo en la decisión que expreso, pero que, ocultan el razonamiento que me ha conducido a el mismo. Obviando, exprofeso, hacerlo para no caer en las intrincadas telarañas de discursos vacuos, estériles o desubicadas parafernalias teóricas.

Muchos de estos que se creen saberlo todo, salen ahora con algo que consideran como un gran invento o algo nuevo, que les ha dado por llamar el decálogo sobre el comportamiento que deben observar los miembros policiales en el desempeño de sus obligaciones pero, vaya usted a ver, que desde la creación de nuestros organismos de seguridad, sean militares o policiales, han venido acompañados de un reglamento, donde todo esto está escrito y, que era ejecutado al pie de la letra, pero que, al dejar de ponerlos en práctica, se han convertido en letras muertas, donde la irresponsabilidad política ha sido el protagonista principal.

Y, uno de los principales problemas del deterioro de la disciplina, ha sido el desmadre en el entrenamiento, cuya causa no ha sido más que el comportamiento, cual si fuesen Natasha -tal y como los turcos identifican a las putas rusas- de muchos jerarcas militares y policiales frente al accionar, -como ente corruptor-, de una gran mayoría de los políticos que han tenido o tienen algún tipo de poder para influenciar en los estamentos militares-policiales.

Y, esto, hay que entenderlo tal y como es, no de manera pueril, no con propaganda o relaciones públicas, tal y como se ha tratado siempre de justificar o explicar el llamado clientelismo político dentro de las filas de estas instituciones. Pero no hay que ir muy lejos para ver esta situación, solo mirar con cierto detenimiento las últimas décadas para darse cuenta del asunto, donde, hasta en la propia nominación del jefe policial actuar, sale a relucir el “pago” por algún que otro trabajo llevado a cabo por éste en determinada elección política, lo cual primó por encima de cualquier otra condición profesional.

Por demás, si consideramos aquello de que los “buenos” se forjan su propia suerte, no hay que ser un experto para asegurar que la inmensa mayoría de los puestos primarios son obtenidos por acciones contrarias a las leyes y reglamentos militares y policiales que supuestamente están vigentes, ya que, cada uno, ya sin tapujo alguno, se ponen a la orden del político que consideran podría ser su próximo jefe, incluyendo aquello de servir a dos amos al mismo tiempo, sin lealtad para quien sirven y una promesa de la misma para el otro, donde, al final, se convierten en borregos dominados por un narigón que los somete a los intereses más espurios de los políticos y los negocios conectados a estos. Allí ha estado y está el problema, no se hagan los p…..s ¡Sí señor!

Rafael R. Ramírez Ferreira

General retirado

Mayor General ® E. N. Nacido en Sto Dgo, D.N., Estado civil: Soltero Tres Hijos: Ramfis Rafael; Rissel y Ramsés Funciones desempeñadas: Director General de entrenamiento; Director del J-2, Inteligencia de las FF.AA; Rector del Instituto Especializado de estudios superiores; Presidencia de la Comisión Permanente de Reforma de las FF.AA. Presidente de la Junta de Retiro, FF.AA Vice-ministro de las FF.AA. Inspector General de las FF.A.A Presidente del Consejo Académico Superior de Educación Presidente de la Dirección Nacional de Drogas (DNCD) En la actualidad Asesor Sobre operaciones y estrategia.

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