Durante el pasado mes de septiembre de este año 2025, dos sucesos me llamaron la atención. El primero fue una serie de conferencias dictadas en el Club de la Mancomunidad de San Francisco por nada más y nada menos que el conocido billonario e inversionista del llamado Silicon Valley Peter Thiel. Las ponencias, 4 en total, de más de 90 minutos de duración, fueron escuchadas a casa llena.

Con relación al primer suceso, el exponente, egresado de la Universidad de Stanford donde se tituló de abogado, ha sido uno de los abanderados más connotados de las políticas de derecha en los últimos años en Estados Unidos y es indudablemente una figura conocidísima en el mundo de las inversiones en megaproyectos. Según la prensa, fue el primer multimillonario en apostar por la presidencia de Trump en el 2016. Identificado como libertario y cristiano ortodoxo; fue cofundador de PayPal, también inversionista en Facebook, así como de otros proyectos como Space X, Open AI, Founders Fund, y Palantir, esta última con varios millones en contratos multimillonarios con el gobierno federal estadounidense para servicios al Pentágono en sistemas operativos; el Departamento de Inmigración y Control de Aduanas (ICE por sus siglas en Ingles); así como el Sistema Nacional de Salud (NHS) en Inglaterra. Se estima que su fortuna asciende a unos 25 billones de dólares.

Este señor ha mantenido cercanía por más de una década con Trump y se le atribuye haber contribuido a catapultar la candidatura del actual vicepresidente JD Vance por sus continuas y jugosas donaciones a las últimas campañas electorales. Thiel está actualmente casado con otro inversionista financiero Matt Danzeisen.

Sin ninguna preparación y años de estudios en teología, filosofía e historia; Peter Thiel tiene tiempo y una fortuna que según él lo autorizan a disertarnos sobre cuestiones escatológicas y temas tan escabrosos como el que abordó en sus ponencias en San Francisco a casa llena. El Anticristo… De las grabaciones obtenidas por el Washington Post y el rotativo Ingles The Guardian; nos hemos enterado del contenido de sus intervenciones.  Las conferencias fueron organizadas por el Colectivo ACT 17, institución que busca diseminar el evangelio en Silicon Valley.

A su juicio, y en relación con el Anticristo; “Lejos de ser una bestia de siete cabezas y diez cuernos” descrito en las escrituras; para Thiel el Anticristo del siglo XXI es un impostor que buscará hacerse del poder bajo el disfraz de un mensaje de “paz” y “seguridad”. Esta figura ha de explotar los miedos y aprehensiones relacionados con el cambio climático, guerras nucleares, el apocalipsis tecnológico para así promover el surgimiento de un “gobierno global”, una pesadilla para los libertarios como Thiel opuestos a toda forma de regulaciones estatales. Al fijarnos en los riesgos existenciales, podríamos estar abriendo las puertas para la consolidación de una autoridad, ya que ello pudiese seducir las elites de modo que estas empoderen un orden administrativo global encabezado por esta figura preconizada en los textos del apocalipsis.

A su juicio, los presagios de fin de mundo pudieran ya encontrarse entre nosotros. Entidades como las agencias internacionales, las entidades proambientalistas, y las múltiples vallas de contención existentes en torno a la tecnología pudiesen catalizar su surgimiento. Para Thiel la activista sueca Greta Thunberg y otras figuras como Eliezer Yudkoesky críticas de la tecnología e inteligencia artificial son “legionarios del anticristo”. Mientras Thunberg ha criticado el capitalismo global, Yudkowsky aboga por límites a la tecnología de la IA de modo que podamos prevenir que la tecnología sobrepase la inteligencia humana.

El segundo hecho ocurrió el domingo 28 de septiembre durante un servicio de adoración en una iglesia en Michigan cuando un individuo envistió su vehículo en el edificio que alojaba una congregación de los mormones, para luego abrir fuego y quemar las instalaciones del templo. Thomas Sanford murió en los intercambios de disparos con la policía. Sanford era veterano de la guerra de Iraq y en conversaciones previas con amigos y relacionados había tildado la iglesia de los mormones como el anticristo. El incidente cobró la vida de 4 personas.

Las simpáticas intervenciones de Thiel me recuerdan lo publicado por la autora Jane Borden en su libro Cults Like Us: Why Doomsday Thinking Drives América (2025) (Cultos como nosotros: Porque el pensamiento del juicio final empuja America) y en donde de manera acertada nos explica sociológicamente la génesis de tales creencias.

Estas según la autora surgen en tiempos de revoluciones tecnológicas como la actual en donde estamos abrumados por el impacto de las redes sociales mismas que han roto comunidades tradicionales, así como la irrupción de la inteligencia artificial que ha causado miles de despidos y cesantías laborales. Otro ingrediente citado es la agitación social ejemplificado en la proliferación de grupos como # Me Too, Black Lives Matters y otros; así como crisis globales tales como la ambiental, que es quizás la mayor que la humanidad entera ha enfrentado.

De allí que sea importante entender el continuo auge de este tipo de ideas apocalípticas y escatológicas que de seguro continuarán propagándose en el mundo en estos actuales momentos de crisis múltiples y en donde el hechizo de lideres extremistas sean estos religiosos o políticos que tal parece poseen una capacidad única de aglutinar millones de seguidores víctimas de individuos narcisistas sedientos de poder y obediencia incondicional, como los que hoy pululan en nuestro mundo.

José Luis Keppis Martínez

Sociólogo

El autor es Sociologo, reside en el Bronx, ciudad de Nueva York.

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