No hay una sola canción creada e interpretada por Juan Luis Guerra que, al escucharla con la paz necesaria, no te eleve espiritualmente a otros espacios donde podamos navegar y flotar como ángeles que surcan el cielo en armonía total.

En mi caso, me arrullan y me enternecen como a un niño en las altas montañas donde me crié, en la loma de La Hoz, entre Cabral y Polo.

Juan Luis Guerra es el más grande de los embajadores que ha tenido la República Dominicana, con la diferencia de que la ciencia de su diplomacia es realizada desde el arte y sus armas más poderosas la constituyen su misteriosa y mágica voz y su guitarra como arma del amor, la alegría y solidaridad.

Reconozco el valor del reconocimiento otorgado por el Ministerio de Relaciones Exteriores (MIREX) a nuestro Juan Luis Guerra, en el que lo declara patrimonio musical y poético de la República Dominicana.

Termino esta breve reflexión con lo que expresará el propio Juan Luis en el acto en que se le entregará el muy merecido galardón: “Me gustaría concluir dando la gloria y honra al señor Jesús. Si de algo estoy seguro es de que mis melodías, metáforas y todas mis canciones vienen de Él”.

Rafael Nino Féliz

Educador

Nacido en El Cachón, Barahona. Graduado de Licenciado en Educación con mención en Filosofía y Letras en la Universidad Autónoma de Santo Domingo UASD. Se desempeñó como técnico de varios departamentos del Ministerio de Educación. Director de Organización de la Oficina de Desarrollo de la Comunidad (ODC). Director de la Dirección de Bienestar Estudiantil; Tesorero General y dos veces Vicerrector de Extensión. Actualmente docente en las cátedras de Teorías y Crítica de la Literatura y Letras Básicas. Ha publicado más de diez libro de poesía.

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