El enfoque ecosistémico propuesto por Un Vitruvio Ecológico implica asumir que el edificio no es un objeto aislado, sino una parte interdependiente del entorno y un sistema metabólico vivo que interactúa con sus usuarios. En este marco, el bienestar y la salud no son atributos añadidos, sino intrínsecos a un proyecto arquitectónico responsable.
La estrategia de implantación debe adaptarse al uso del edificio (residencial, docente, administrativo, sanitario, etc.) y al tipo de intervención (obra nueva, rehabilitación integral, reforma parcial, cambio de uso, etc.).
- Recursos humanos
a) Enfoque técnico y multidisciplinar
Desde la perspectiva de la sostenibilidad aplicada al bienestar se requiere un equipo que no solo incluya arquitectos e ingenieros, sino también:
- Biólogos ambientales y microbiólogos (calidad del aire interior y hongos).
- Técnicos en salud ambiental.
- Ergónomos y especialistas en neuroarquitectura (percepción del espacio y estímulos).
- Técnicos en domótica y sensorización de parámetros ambientales.
b) Fases de participación
- Fase diagnóstica: expertos en edificación saludable, responsables de identificar puntos críticos (humedades, emisiones de COVs, ruidos estructurales, iluminación deficiente, etc.).
- Fase proyectual: coordinación entre disciplinas para generar medidas viables integradas, no soluciones aisladas.
- Fase operativa y de uso: formación de usuarios, mantenimiento y actualización con criterios de salubridad y bienestar.
Seguiremos con el tema la próxima semana.
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