El municipio de Haina, ubicado en la provincia San Cristóbal, remonta su historia al siglo XVI, a raíz del nacimiento de la industria azucarera en la Época Colonial. Fue elevado a la categoría de distrito en 1959 y a la de municipio en 1980. Su desarrollo despuntó a partir de los años de 1950, con la construcción del Ingenio Río Haina, en torno al cual giró una migración masiva de ciudadanos en busca de trabajo. Estas oleadas migratorias conformaron un pueblo con una idiosincrasia propia y característica que se unió a la población de origen esclavo que se había conformado en torno a los ingenios coloniales.
El político y escritor Luis Alberto Concepción publicó en el año 2004 el ya clásico “Jaina, pueblo de inmigrantes, su historia”. En el que realiza una síntesis del municipio, desde sus orígenes coloniales hasta el año de su publicación. En el mismo se ofrecen datos importantes sobre las primeras instituciones educativas, que para la fecha eran unas sesenta —40 públicas y 20 privadas—[1] y sus primeros docentes.
Concepción señala al señor Ciriaco Maldonado como el primer munícipe interesado en la educación de los niños y jóvenes del pueblo. Según el testimonio de Eliseo Maldonado, este tomó la iniciativa de contratar los servicios de un maestro foráneo, asumiendo alojamiento, comida y salario, pero, ante la falta de respaldo de los demás habitantes, optó por retirar al maestro y enviar a sus hijos a San Cristóbal a realizar sus estudios.
En 1962 se crea el colegio San Rafael. Los esposos don Socorro Pérez y doña Tatica instalaron en su hogar una escuelita, posteriormente renombrada como Colegio San Rafael
El primer maestro en impartir docencia fue alias Changuito entre 1924 y 1930. Posteriormente, la sancristobalense Mercedes Pina y, en sustitución de esta, la profesora Pura Maldonado.
En 1949 la señora Baldormera Germán, su esposo Adolfo Cornielle y su hija Elvira abrieron la “escuelita de las Baldó”, gestionando la colaboración del Ingenio Río Haina, que asumió el pago del salario de la profesora Baldomera y del local ubicado en los antiguos barrancones –viviendas construidas para los braceros del ingenio–. Adicional a ello, los padres de los alumnos colaboraban con un pago que rondaba entre ochenta centavos y un peso mensual. Esta escuelita cerró en 1979 a raíz de los estragos provocados por el ciclón David a sus instalaciones.
En 1952 abrió sus puertas la escuela Ingenio Río Haina, instalada en el edificio que hoy alberga el cuartel de la Policía Nacional, construida por iniciativa del ingenio con el fin de alfabetizar adultos en horario nocturno. En ella la maestra Elvira Peralta, procedente de la culta y olímpica ciudad de La Vega, comenzó a impartir docencia para niños, cubriendo el horario matutino y vespertino. En 1956 le fue asignado el nombre de Fray Sebastián Ramírez de Fuenleal por la Secretaría de Educación. Impartieron docencia en sus aulas: Elva Roger, Dolores Cuello y Celeste Berroa.
El político y escritor Luis Alberto Concepción publicó en el año 2004 el ya clásico “Jaina, pueblo de inmigrantes, su historia”
En 1955 abrió sus puertas el Colegio Episcopal San Marcos —a cuyo centro educativo le dedicaremos un próximo artículo— para educación primaria. En 1959 se inició el bachillerato, estableciéndose como el primer colegio de Haina en graduar bachilleres. Al pueblo no contar con suficientes maestros, los docentes se trasladaban desde San Francisco y San Pedro de Macorís.
En 1962 se crea el colegio San Rafael. Los esposos don Socorro Pérez y doña Tatica instalaron en su hogar una escuelita, posteriormente renombrada como Colegio San Rafael, que ya para el verano de 1964, con el reconocimiento de la Secretaría de Educación y el auspicio de la Embajada Americana, impartía los grados de kindergarten hasta el octavo curso y facilitaba el desayuno escolar. Fueron docentes: Antonia Vallejo, Argentina Mateo, Milagros Arias, Susana Maldonado, Rafael Taveras y los hijos de doña Tatica.
[1] Concepción, Luis, “Jaina, pueblo de inmigrantes, su historia”, editorial Mediabyte, Santo Domingo, 2004.
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