Continuamos con los datos del libro que sobre su padre escribió don Max Henríquez Ureña. Sobre el 1888 nos dice:
En París se encuentra también con el presbítero Gabriel B. Moreno del Christo. Entre los profesores que más lo distinguen y aprecian se cuenta en primer término Georges Dieulafoy, que lo menciona en el cuarto tomo de su Pathologie, en una nota. En el mes de marzo pasa con éxito su primer examen de medicina en la Facultad de París. Examinadores: Gariel, Regnauld y Blanchard. Asiste con regularidad en el Hospital Necker al servicio clínico del profesor Dieulafoy, con quien mantuvo desde un principio la más cordial amistad. Asiste también a la clínica de enfermedades nerviosas de Charcot. Sale poco, fuera de su diaria asistencia a los cursos de medicina, entregado febrilmente a sus estudios.
En 1889 es designado para formar parte de la delegación de la República en la Exposición Internacional que se celebra ese año en París. En junio de ese año y a petición suya, y aprovechando el viaje de su amigo Maximiliano Grullón y su familia, es enviado de Santo Domingo a Burdeos en el transatlántico Vieux Colombier su hijo Francisco Noel, que tiene seis años y medio de edad y ha de permanecer a su lado en París hasta que ambos regresen a Santo Domingo.
En 1891 y en concreto el 28 de mayo, presentó su examen final para optar al título de Doctor en Medicina y Cirugía de la Facultad de París. Su hijo nos dice: El profesor Dieulafoy, que tanto lo distinguió con su amistad, presidió el tribunal, integrado por los profesores Brouardel (decano de la Facultad), Chantemesse y Villejean. Tesis presentada y discutida ese día: Des engorgements ganglionnaires dans la rougeole (étude clinique et critique), París, Ollier-Henry libraire-éditeur, 1891 (78 págs., en 4º menor). (Hay otra tirada, aprovechando la misma composición tipográfica, con márgenes más reducidos, en 8.º mayor). La Facultad le expidió ipso facto el diploma correspondiente. Ya en junio sale de Burdeos para reintegrarse a su país, en compañía de su hijo Fran, en el trasatlántico Olinda Rodríguez, que lo conduce hasta el puerto de Saint Thomas, donde se traslada a un buque menor de la misma Compañía Trasatlántica francesa, que hace la travesía interantillana. Hace escala en Puerto Rico, pero no puede bajar a tierra por existir allí en ese momento una epidemia de viruelas. En Saint Thomas encuentra a su hermano Manuel, desterrado voluntario por causas políticas. También visita allí al general Casimiro N. de Moya, exiliado desde el fracaso del movimiento revolucionario que encabezó en 1886. Y el 6 de julio llega a Santo Domingo. Muchos familiares y amigos acuden a recibirlo al muelle del Ozama. Por la noche su casa se ve invadida por gran número de conocidos, y se improvisa un baile de confianza.
En 1909 acudió a París en gestiones y negociaciones de la deuda externa dominicana. La situación de esa deuda llevaría a la ocupación militar norteamericana de 1916. En 1919 ejercía como presidente de la República en el exilio. Viajó por muchas partes de América y en abril de ese año, dice su hijo: Llega a París. Se hospeda en el Hotel des Deux Mondes. En esos momentos inician sus trabajos la Conferencia de Paz de Versalles. Empieza por buscar el contacto con las delegaciones hispanoamericanas para cambiar impresiones sobre el caso dominicano. Los informes que recibe a poco son que la Conferencia ha resuelto no tomar en cuenta ninguna cuestión que esté fuera de la guerra europea. Tal contingencia ya estaba prevista, a pesar del llamamiento hecho a todos los pueblos del mundo para que acudieran allí a hacer valer sus derechos; pero era conveniente aprovechar la oportunidad para dar a conocer a las delegaciones el problema dominicano.
Como vemos, el doctor Henríquez Carvajal viajó a París tanto para estudiar como para promover la causa dominicana, como un gran patriota.
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